Jerusalén. La localidad de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, se prepara para una posible invasión por tierra del Ejército israelí mientras el grupo palestino Hamás estudia la última propuesta de tregua de los mediadores en El Cairo.
A esa parte del enclave gazatí, fronteriza con Egipto, llegaron más de un millón de desplazados huyendo de la guerra, que ahora malviven y en muchas ocasiones hacinados en tiendas temporales, entre constantes bombardeos israelíes y la amenaza de tener que abandonarlo todo otra vez.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, insistió de nuevo este miércoles en que la invasión de Rafah ocurrirá sí o sí, una amenaza que repite desde finales de febrero, pero que ahora muchos, y sobre todo los ministros más ultranacionalistas de su Gobierno, piensan que podría no realizarse si se logra un acuerdo de tregua.
Estados Unidos se opone
Uno de los principales actores que se opone a esa invasión es Estados Unidos, el principal aliado militar de Israel y su gran apoyo diplomático en los organismos internacionales y en el Consejo de Seguridad de la ONU.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, de visita en Israel, advirtió a Netanyahu y a otros líderes israelíes que atacar Rafah no solo tendría un impacto negativo en las negociaciones para liberar a los rehenes en Gaza, sino que afectaría a la normalización de las relaciones con Arabia Saudí.
Según la prensa israelí, el diplomático reiteró este mensaje en sus conversaciones con el ministro de Defensa, Yoav Gallant, pero también con el presidente de Israel, Isaac Herzog, y con el ministro del Gabinete de Guerra Benny Gantz.
Pero Netanyahu le reiteró a Blinken que no aceptará un acuerdo si incluye el final de la guerra en Gaza, que ya ha causado la muerte de más de 34,500 palestinos, alrededor del 72% mujeres y niños, según el Ministerio de Sanidad gazatí.
En el encuentro, Netanyahu avisó de que si Hamás no renuncia a su exigencia de un alto el fuego permanente, no habrá ningún tipo de acuerdo e Israel invadirá Rafah.
Israel reabre cruce Erez
El Ejército israelí confirmó este miércoles la reapertura de Erez, por el que ya han pasado 30 camiones cargados de ayuda humanitaria provenientes de Jordania.
El paso fronterizo quedó gravemente dañado durante los ataques de Hamás del 7 de octubre, en los que murieron unas 1,200 personas y otras 253 fueron secuestradas.
El Ejército explicó que los ingenieros militares construyeron un nuevo cruce para permitir el paso de ayuda humanitaria, ya que previamente el paso se utilizaba solo para el tráfico de personas.
En un comunicado este martes, el subsecretario general para asuntos humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, avisó de que la relativa mejora en la llegada de ayuda humanitaria al territorio palestino no debería usarse como justificación para invadir del sur de la Franja.
Griffiths celebró la reapertura del cruce de Erez para el envío de ayuda humanitaria, por el que se accede directamente al norte del enclave, pero añadió: “La verdad más simple es que una operación terrestre en Rafah será una tragedia más allá de toda palabra”.
Hamás estudia su respuesta
Mientras, el grupo palestino Hamás todavía no ha dado una respuesta a la última propuesta de tregua y liberación de rehenes.
El periódico libanés Al Akhbar, próximo al grupo chií Hizbulá, publicó este miércoles un documento que afirmó que era el “texto de la propuesta” entregada por Egipto a Hamás, sobre el que se espera la respuesta del grupo islamista palestino.
Esta propuesta prevé la liberación de todos los rehenes israelíes retenidos en Gaza, incluidos los militares y los muertos, a cambio de la retirada israelí del enclave y el inicio de su reconstrucción, según el diario.
La iniciativa también incluye una pausa de los combates en tres fases, de 124 días de duración, en las que se aplicaría un cese de las operaciones militares en paralelo a un aumento de la ayuda humanitaria para los palestinos.