Miguel Ponce
Santiago. Representantes de diez organizaciones que involucran a trabajadores de la caña, estudiantes en universidades, profesionales, pastores reclaman dignidad y seguridad para la comunidad haitiana en la República Dominicana, piden la implementación y aplicación de un plan de acompañamiento y monitoreo de los migrantes haitianos, especialmente los niños, niñas y jóvenes en los temas de educación y documentación.
Asimismo, solicita a las autoridades dominicana, Migración y el Ministerio de Interior y Policía, que tomen en consideración el protocolo de entendimiento sobre repatriaciones entre Haití y República Dominicana, firmado el uno de diciembre de 1999 en los procesos de redadas y deportaciones, la dignidad de las mujeres y ancianos, ya que peligra, así como la imagen del país en esos procesos difíciles. Dicen que hay que humanizar las deportaciones.
Los trabajadores cañeros del Cibao, Asociaciones de Estudiantes de diferentes universidades y Centros Educativos, El movimiento por los Derechos Humanos la paz y la Justicia Global (MONDHA), Asociación de Profesionales haitianos por la paz (APPHAC), Asociación de Estudiantes Haitiano Sociocultural (A.E.H.S), Organización de Pastores Evangélicos Haitianos (O.P.E.H), Unión de Pastores Haitianos en la República Dominicana (UPHARD), Organización de Trabajadores Unidos por el Desarrollo (OTUDE), y otras organizaciones de migrantes de la región del Cibao solicitan a la Embajada de Haití en República Dominicana, así como a sus cinco consulados en la República Dominicana manejar mejor la crisis haitiana en República Dominicana.
Indica que por la complejidad de la migración haitiana en República Dominicana, el Estado haitiano no puede darse el lujo de enviar a cualesquiera en los consulados y a la embajada, por lo que se requiere de perfiles más proactivos, comprometidos e identificados con la realidad de haitianos residentes en ese hermoso país.
Bajo la consigna “queremos dignidad y seguridad para la comunidad haitiana en la República Dominicana y líderes en los consulados y la embajada” expresa que el Estado haitiano tiene un programa de cedulación y declaraciones tardía. Sin embargo, no ha tenido la capacidad de hacerlo efectivo para modificarlo en la comunidad haitiana en el territorio dominicano.
Y agrega que la resignación es como una droga que duerme a la gente, ha sido efectivo para matar el espíritu crítico del pueblo haitiano, pero hoy, de la ceniza nació el espíritu de la defensa de los derechos humanos del pueblo haitiano y queremos un nuevo país sin corrupción política ni diplomática.
Finalmente dicen estar dispuestos a someter al estado haitiano a la justicia internacional por ser el principal violador de los derechos humanos.