María Hernández
Estar en la Emergencia de un hospital, en la República Dominicana, da pena y desesperanza al constatar el dolor ajeno de los que esperan su turno, sin hora, a pesar de que lo que para los médicos no es tan urgente para el paciente si puede llegar a serlo.
Las emergencias, no cierran nunca y trabajan las 24 horas del día por lo que realizan su trabajo por un orden de organización y de jerarquización de cada uno de los pacientes que van a atenderse de algún problema de salud, que no puede esperar.
Desde que se pisa la puerta de la emergencia de un hospital uno se da cuenta de que hay muchas personas con problemas de salud agudos y pocos médicos y enfermeras en un área que más que de emergencia debe llamarse de consulta, como la de algunos hospitales del municipio Santo Domingo Este, como por ejemplo, la del Hospital de Ciudad Juan Bosch.
Eran las 11:00 de la mañana de un sábado en donde se podía observar a pacientes agarrándose la cabeza, la espalda, una pierna, un brazo, una niña con un ojo alterado y rojo el cual no podía abrir, un niño como de dos años que lloraba, sin parar, con fiebre con un paño húmedo alrededor de la cabeza y para decenas de enfermos con urgencias solo dos médicos que se toman una hora, mínimo para atender a un paciente.
Una joven que llegó con un problema de intoxicación ingresó a la emergencia a las 8:00 de la mañana y era la 1:30 cuando la pudieron llamar, sin pensar en las veces que la enferma fue al baño a vomitar y quizás se encontraba ya deshidratada.
Solo dos médicos para atender a los pacientes a los que hay que darle resucitación, que se coloca como una emergencia en rojo, como se destaca en una recomendación en un cartel, a la vista de todos, en el interior de la sala de espera.
También está la Emergencia Naranja, que dura de 10 a 15 minutos. Dentro de este cuadro se atiende a pacientes con Infarto Agudo de Miocardio, Ataque Cerebrovascular (ACV). Además siniestro de Tránsito Grave, entre otros.
Una Emergencia en Amarillo dura 60 minutos para ser atendida, que consiste en un dolor intenso, que no cesa y dificultad respiratoria moderada o ligera. Hay que estar en el lugar del paciente para saber si es una emergencia que pueda esperar tanto tiempo.
Mientras, que se denomina Urgencia Menor o Verde: Con tiempo de espera de 2 horas, la que consiste en tos persistente, fiebre, traumatismo leve, diarrea, entre otros.Hay pacientes tan delicados que no tienen resistencia para esperar ese tiempo para ser atendidos.
Sin Urgencia y con la letra Azul, con un período de duración de 4 horas se encuentran la lesión de piel, curación de heridas, malestar general y otros. Tiempo que puede sobrepasar las 8 horas de espera, el doble de lo que se estima.
Estuvo también en la emergencia del hospital un señor de 75 años de edad con un fuerte dolor de estómago y esperando turno. Se paraba para preguntar doblado y sin una persona que le acompañara por lo que los médicos debieron ponerle mayor atención.
Detrás del asiento que estábamos ocupando , en la emergencia del hospital, sentaron a una persona herida a esperar que lo fueran a atender, en el tiempo que corresponde a este tipo de urgencias, sin importar qué grande fuera la herida o qué órgano pudiera haber estado lesionado en ese paciente.
Al final, la gran emoción de ver a un bebé que salía de la sala de parto dando pataditas, con los ojos no muy cerrados, llorando y al parecer muy saludable nos hizo olvidar, por un momento, a todos los pacientes, que como su nombre lo indica (paciente) esperaban con dolor, pero sin prisa, a que la enfermera se acercara a la puerta de emergencia a llamar al próximo enfermo.
El hospital Ciudad Juan Bosch lo puede hacer mejor si se le asigna más personal y equipos por parte del gobierno y de las autoridades del sector salud, en general.
En esa institución de salud se trabaja a mano pelada, como dicen, en esta gestión, porque en el pasado había una preocupación especial para que todo funcionara bien en ese hospital que ofrece sus servicios para el complejo de apartamentos Ciudad Juan Bosch, nombre con que se recuerda la memoria y trayectoria de uno de los líderes políticos y literarios más grandes que ha tenido la República Dominicana y toda Latinoamérica y el Caribe, el profesor Juan Bosch.