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Santo Domingo

¿El PLD un partido chimichurri?

Pedro René Almonte M.

El Partido de la Liberación Dominicana (PLD), fue ideado por Juan Bosch, como un instrumento para completar la obra de Juan Pablo Duarte: “Lograr una Patria libre, soberana e independiente, en la cual impere la justicia social y el respeto a la dignidad humana”.

Para cumplir con ese objetivo dicha organización diseñó métodos de trabajo que aseguraran una sólida disciplina y una vocación de trabajo por el pueblo dominicano, basados en el trabajo colectivo, la unificación de criterios y los principios del centralismo democrático (la minoría acoge la decisión de la mayoría), y yo agrego aquella frase muy cacareada por los peledeistas de que “lo general tumba lo particular”, sobre de que el interés colectivo de la organización está por encima de los deseos particulares de alguno de sus líderes. Todo lo anterior se cumplió a rajatabla hasta la muerte del profesor…

Por lo tanto, ya fundado el PLD en 1973, llevó como candidato presidencial a Juan Bosch en múltiples ocasiones (todas fallidas). Sin embargo, es en 1996 en una alianza con el Partido Reformista Social Cristiano (el de Balaguer), cuando finalmente el PLD logra conseguir los votos necesarios para llegar al poder. Llegado el momento para poner en práctica toda esa teoría enseñada por el profesor Juan Bosch, pues el resultado fue: mantenerse en el poder a toda costa, promoción de un crecimiento económico desigual, conchupancia con la élite empresarial en procura de intercambio de privilegios. Aunque hay que reconocer que todo lo que tenemos y hemos logrado se debe en gran medida a los gobiernos del PLD y sus respectivos presidentes (Leonel y Danilo).

Asimismo, luego de 1996 el PLD se convirtió en la organización política de mayor éxito electoral, gobernando la República Dominicana por 20 años de manera interrumpida. Una maquinaria capaz de ganar elecciones de manera casi automática, donde bastaba el solo hecho de ser candidato presidencial de esa organización para convertirse en Presidente. Todo lo anterior escrito resultó poco y fue echado al baúl de los recuerdos, cuando sus dos principales líderes decidieron meterse por donde no da el sol aquello de que “lo general tumba lo particular”.

Hoy el PLD está decidido a recomponerse y repetir hazañas de éxito como en el pasado reciente. Aunque, tengo dos observaciones sobre lo que anunció recientemente, su secretario general Johnny Pujols. Lo de que sean los miembros que se rasguen los bolsillos para financiar el partido como se hacía en el pasado… ¿aja? ¿Y los chelitos de la Junta para qué son? Lo otro es, el concepto del PLD bajo costo, recomiendo no utilizar palabras como: bajo, poco, pequeño, menor, menos.

Si quieren hacer al PLD grande otra vez (voz de Trump), comiencen por la palabra…

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