Nueva York- El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) cayó este jueves un 1,7 %, hasta los 78,68 dólares el barril, después de que ayer recibiera un gran impulso por una bajada semanal en las reservas comerciales de crudo de EE.UU. y se instalara en su nivel máximo desde el 26 de julio.
Al cierre de la sesión en la Bolsa Mercantil de Nueva York, los contratos de futuros del crudo estadounidense para entrega en febrero perdieron 1,36 dólares con respecto a la jornada anterior.
El WTI había avanzado el miércoles un 3,3 %, hasta 80,04 dólares el barril.
Los precios también se vieron respaldados ayer por las existencias de crudo de Estados Unidos que cayeron la semana pasada a su nivel más bajo desde abril de 2022, ya que las exportaciones aumentaron y las importaciones disminuyeron, dijo entonces la Administración de Información Energética de EE.UU. (EIA).
En cuanto a las proyecciones para 2025, la AIE pronosticó una aceleración del consumo, con un incremento de 1,05 millones de barriles (cifra cercana a la anticipada en diciembre), hasta 104 millones de barriles.
Mientras tanto, ejercieron presión alcista en el mercado las sanciones de EE.UU. y Reino Unido al sector petrolero de Rusia para reducir sus ingresos y obstaculizar su ofensiva en la guerra con Ucrania.
Además, los analistas esperan que la demanda de petróleo crezca en 1,4 millones de bpd interanual en las próximas semanas, impulsada por el aumento de los desplazamientos en la India, donde se está celebrando el Festival Maha Kumbh Mela (la mayor concentración humana del mundo), así como por los viajes para las celebraciones del Año Nuevo Lunar en China a fines de enero.
Por otra parte, el lunes está previsto el acto de toma posesión de Donald Trump para su segunda mandato, por lo que “el mercado se está acercando a la fase de esperar y ver la reacción de la administración entrante de Estados Unidos”, según el analista Tamas Varga de la firma PVM Oil.
En cuanto al acuerdo de alto el fuego anunciado el miércoles entre Hamás e Israel, que aún debe ser refrendado en una reunión del Ejecutivo israelí mañana, no tuvo gran impacto en el mercado porque, aunque suponga una desescalada del conflicto, existe desconfianza sobre cuánto tiempo podría prolongarse. EFE
