Fernando Arroyo León
Quito- Los Andes y sus misterios se han conjugado en una novedosa propuesta turística en Quito que fusiona la moda de alta costura y la nueva gastronomía ecuatoriana en un hotel de la capital de la Mitad del Mundo, convertido en un crisol de texturas, sabores y ambientes.
‘Sabor a la moda viajera’ es el lema de esta iniciativa trabajada desde hace varios meses por un conjunto de empresas ecuatorianas empeñadas por reactivar el turismo en el país y con la idea de unir sectores identificados con la atención al visitante exigente.
La tienda de moda Poma Rosa, el restaurante Inés y el hotel Illa, situado en el casco histórico de Quito, se han unido para presentar esta propuesta con la que intentan seducir a los visitantes nacionales e internacionales.
Juan Carlos Donoso, chef del restaurante, comentó a EFE que la propuesta surgió de la “necesidad de levantar el turismo” en “épocas adversas” para este negocio.
Dejar atrás los problemas ha llevado tiempo, pero también ha permitido identificar aquellos insumos que han convertido a Ecuador y a su capital en un imán para el turismo interno y extranjero, aseguró Donoso.
Él asegura de que “al turista extranjero le gusta mucho Quito” porque “disfruta de la comida tradicional” de esta ciudad milenaria que muestra también los misterios de una arquitectura de ensueño.
Cocina tradicional, técnicas de vanguardia
El locro (sopa de patatas), el hornado (cerdo horneado) y los dulces tradicionales son parte de esa gastronomía que seduce el paladar de los turistas y que Donoso ha sabido presentar con las técnicas de vanguardia que aprendió de España, paso obligado para la nueva cocina mundial.
Con su propuesta gastronómica, Donoso dijo que quiere mostrar al mundo la cocina tradicional de Ecuador, cuajada de sabores extraídos de la sierra andina, de la costa tropical y de la selva amazónica.
Y eso es lo que presenta en su menú, “el misterio” de una comida que “está surgiendo en el mundo” y que ha empezado a ser renombrada en muchos lugares del planeta.
Según él, en Ecuador hay “productos únicos, misteriosos y que enamoran”, más aún en un entorno donde como el casco colonial de Quito, predomina el Panecillo, una colina enclavada en medio de la ciudad y coronada por la Virgen de Legarda, un portentoso monumento artístico que se yergue sobre unas ruinas incas.
Ese cerro también llamado por los indígenas Shungo Loma (Cerro Corazón, en quichua) puede ser observado desde el hotel Illa, un lugar de experiencias de lujo que presenta un concepto de renovación y glamour en un entorno arquitectónico que conjuga pasado, presente y futuro.
Illa es una palabra quichua cuyo significado es paz, bendiciones o esperanza y que puede interpretarse como “luz sagrada” y “buena ventura”, aseguró.
“Mucha tela que cortar”
Según Donoso, “tenemos mucha tela que cortar” para agradar a los visitantes y es quizá por eso que a la propuesta de ‘Sabor a la moda viajera’ se unió Poma Rosa, que ha confeccionado una colección de prendas ‘slow fashion’ para acompañar a la propuesta turística.
Marcela Amoroso, su propietaria, comentó a EFE que el objetivo de esta fusión de moda, gastronomía y turismo es “invitar a que la gente conozca” una propuesta “de lujo” en la Mitad del Mundo.
Ella afirmó que su colección está básicamente dirigida a un público joven, a los ‘milenials’, porque ellos aprecian mejor el ADN de la moda, “sobre todo, qué hay detrás de la marca”.
Amoroso, que ha diseñado las prendas con base en algodones y lino, dice que su colección se inspiró en la “montaña de siete colores, cerca de (la ciudad de) Cusco”, en Perú, que tuvo la oportunidad de visitar para encariñarse con sus tonalidades y texturas.
Algo de ello también hay en montañas de Ecuador, como el Ilaló, una elevación enclavada en uno de los valles aledaños a Quito, donde la erosión ha dejado al desnudo los colores y las texturas de la geografía andina.
Por eso, aseguró que ‘Sabor a la moda viajera’ es una propuesta que presenta las “sinergias entre sectores” afines, en “un viaje increíble” por los sabores, las texturas y los ambientes de la capital andina de Ecuador. EFE