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El legado de figuras de la cultura latinoamericana se abre por primera vez al público

Madrid. Una máquina de escribir del chileno Nicanor Parra, tierra de Aracataca, pueblo natal del nobel colombiano Gabriel García Márquez, o unas zapatillas de la cubana Alicia Alonso podrán verse en una exposición que se inaugura el próximo lunes en Madrid, en el marco de la Semana Cervantina que organiza el Instituto Cervantes.

Según informó este jueves el Cervantes, la muestra ‘La mayor riqueza. Legados escogidos de la Caja de las Letras’ podrá visitarse hasta el 16 de junio en la sede del instituto con un centenar de legados de los que custodia la antigua cámara acorazada de la institución.

Los legados han sido entregados por destacados protagonistas de la cultura de España e Hispanoamérica, que los han ido depositando desde 2007 -el escritor español Francisco Ayala, premio Cervantes 1991, inauguró este ritual- en alguna de las 1.800 cajas de seguridad del banco cuyo edificio de 1918 alberga la sede central del Cervantes.

La misma vitrina que muestra el legado de Ayala está expresamente dedicada a los premios Cervantes, como los españoles Miguel Delibes y Rafael Sánchez Ferlosio, la uruguaya Ida Vitale, el nicaragüense Sergio Ramírez, el chileno Jorge Edwards o el último galardonado, el español Luis Mateo Díez.

Estos depósitos, que nunca han salido de sus cajetines, se desvelan como símbolos de una vida completa dedicada a la literatura, al arte, a la música, al teatro o a la ciencia.

Los objetos dejados por el escritor peruano Alfredo Bryce Echenique, la científica española Margarita Salas, la poeta nicaragüense Claribel Alegría, la novelista española Ana María Matute, el cantautor argentino Atahualpa Yupanqui, la escultora española Cristina Iglesias, el escritor cubano Leonardo Padura o los músicos españoles Cristóbal Halffter y Joaquín Sabina se muestran por primera vez al público.

Manuscritos, borradores, documentos administrativos, libros nuevos y viejos, plumas, gafas, máquinas de escribir, diplomas o expedientes académicos, recortes de prensa, pruebas de imprenta, cartas, fotografías y dibujos, carpetas, sombreros y vestidos podrán verse en el Cervantes.

Este tesoro alberga, entre otros objetos, una máquina de escribir del escritor chileno Nicanor Parra, una caja de música y una flauta de la niñez del editor argentino Mario Muchnik, un reloj del hispanista John Elliott, que compró en Suiza a los 16 años con el dinero obtenido por su primer libro, o un anillo del padre del bailarín español Víctor Ullate.

También unas zapatillas de baile de la bailarina cubana Alicia Alonso, una pulsera de latón que el padre de la escritora mexicana Elena Poniatowska llevaba mientras combatía en la Segunda Guerra Mundial o del músico argentino Atahualpa Yupanqui tarjetas postales escritas a mano y enviadas durante sus viajes a su esposa.

El Instituto Cervantes, entidad estatal española de promoción del castellano en el mundo, organiza la semana que viene una serie de actividades con motivo de la entrega el martes en Alcalá de Henares (España) del Premio Cervantes, el máximo reconocimiento de las letras en español, concedido esta vez al escritor Luis Mateo Díez. EFE

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