Roma.- El enviado del papa para la guerra de Ucrania, el cardenal italiano Matteo Zuppi, viaja mañana y el jueves a Moscú para su misión de paz encargada por Francisco, tres semanas después de su visita a Kiev, donde se reunió con el presidente ucraniano, Volodomir Zelenski.
Por el momento se desconoce la agenda de Zuppi, que puede encontrarse en la capital rusa con el patriarca ortodoxo, Cirilo, quien se mostró favorable a la invasión de Ucrania por parte de Rusia y tampoco se sabe si tendrá ocasión de reunirse con el presidente ruso, Vladimir Putin.
“El objetivo principal de la iniciativa es fomentar gestos de humanidad, que puedan contribuir a favorecer una solución a la trágica situación actual y encontrar vías para alcanzar una paz justa”, informó el Vaticano.
Zuppi, arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, estará acompañado por un oficial de la Secretaría de Estado, agregó el Vaticano.
El cardenal había comentado hace unos días que aún no había referido a Francisco de su misión en Ucrania, ya que coincidió con la operación a la que se sometió el pontífice y por la que tuvo que permanecer nueve días ingresados.
Zuppi viajó el 5y 6 de junio a Kiev, donde mantuvo varias reuniones, una de ellas con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien reafirmó que no aceptará ningún cese de las hostilidades que no pase por la retirada rusa de sus territorios.
Sobre ese encuentro, el Vaticano consideró que los resultados de las reuniones de Zuppi en Ucranía serían útiles “sin duda para valorar los pasos a seguir y a cumplir tanto a nivel humanitario como en la búsqueda de recorridos para una paz justa y duradera”.
Rusia hizo saber que “evalúa positivamente los intentos en curso para facilitar el fin del conflicto, y reconoce el deseo sincero de la Santa Sede de facilitar el proceso de paz”, a través de la portavoz de la cancillería rusa, Maria Zakharova, quien explicó en sus comparecencias que por el momento no estaba previsto ningún encuentro de un emisario vaticano con Putin.