Víctor Grimaldi
El primer día de la primera semana de septiembre del 2013 nos traía cielo azul marino hermoso en la capital de Italia. La gente parecía bañarse con los rayos del sol que extingue el otoño que va creciendo desde finales de este mes.
En Roma retumbaron entonces las palabras del Papa Francisco en los oídos de la multitud atenta a su mensaje en la Plaza San Pedro: “Nunca más la Guerra, Nunca Más la Guerra, Nunca Más la Guerra… El mundo quiere la Paz”.
Dijo el Papa que la violencia y la guerra traen más guerra y más violencia, y no son remedios a los conflictos.
Con mucha emoción en sus palabras y en sus expresiones corporales, en el rezo del Angelus, ante una multitud en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco llamaba a todos los seres humanos, creyentes ó no, a trabajar y rezar para evitar la guerra en Siria.
Fue un dramático llamado del Papa por la Paz Mundial y para evitar que siguiera produciendo muertes y millares de refugiados la guerra en Siria que podía extenderse a todo el Medioriente hasta convertirse en un conflicto mundial.
Millones de personas huyeron como refugiados en el Medioriente, y durante un decenio se vivió en Europa una crisis migratoria que aún perdura. Además de centenares de miles de muertos y heridos.
El impacto de la crisis bélica y humana también se reflejó en los demás países árabes y el resto del mundo.
La guerra de Siria, hoy olvidada, también afectó a la República Dominicana con las alzas de los productos petroleros y tuvo otras implicaciones económicas.
Concentración Masiva y Cadena de Oración
Una acción específica de Su Santidad Papa Francesco hace nueve años para contribuir a la paz en el caso del conflicto de Siria fue la convocatoria a una concentración masiva en Plaza de San Pedro como punto de origen de una cadena de oración en todo el mundo simultánea, con un día de ayuno.
El Papa condenó el asesinato de inocentes y de todos los que perecen en las guerras, y repudió las eliminaciones que parece implicaron el uso de armas químicas, asunto que aún hoy está en discusión.
Las palabras del líder religioso estaban dirigidas a evitar que se agravara el conflicto en Siria y Medioriente. Las grandes potencias detrás, en el trasfondo los planes de guerra y ataques que habían propuesto para derrocar al presidente de Siria los Estados Unidos a través del presidente Barack Obama y sus asesores, mientras el presidente de Rusia Vladimir Putin respaldaba al gobierno sirio que ha prevalecido desde entonces y hasta este momento del presente 2022.
Para el Papa, la vía de la Paz es el diálogo. La diplomacia. El entendimiento.
Obama viajó a Italia y visitó a Francisco en marzo del 2014, aunque Putin fue primero a Roma en noviembre del 2013 a conversar con el Sumo Pontífice y volvió de nuevo al Vaticano en dos ocasiones.
La diplomacia pontificia estaba funcionando.
No obstante, ya en el 2014 empezó la violencia que deriva hoy en la guerra de Ucrania con raíz inicialmente en Crimea y la zona del Donbás. Ahora en el 2022 el conflicto se agudiza con la intervención militar directa de Rusia, mientras el presidente Joe Biden de los Estados Unidos y sus aliados incentivan y ayudan a los enemigos de Putin.
Justamente Biden era el vicepresidente de Obama cuando en 2013 los Estados Unidos daban apoyo militar a los aliados de Putin y Rusia en Siria, ocasión en que las fuerzas militares norteamericanas amenazaban con una intervención directa y el Papa convocó a la oración y el ayuno para evitar una pelea directa entre las dos potencias militares.
El dilema de Francisco se repite en el 2022, si bien este miércoles 31 de agosto ha expresado el Papa que ya estamos en la Tercera Guerra Mundial.