San Juan. La Comunidad del Caribe (Caricom) alertó que la región afronta una serie de amenazas relacionadas con el tráfico de armas de fuego, la ciberseguridad, la trata de personas y la seguridad marítima, que dificultan su desarrollo.
“Estas amenazas comunes tienen el potencial de desmantelar cualquier avance que logremos como región en el logro de nuestros objetivos de desarrollo sostenible”, dijo el presidente del Consejo para la Seguridad Nacional y el Cumplimiento de la Ley (Console, en sus siglas en inglés) de Caricom, Horace Chang.
Dirigiéndose a la vigesimocuarta reunión de Console en Jamaica, Chang instó a “un mayor intercambio de información e inteligencia” entre los 15 países miembros y a mejorar la seguridad fronteriza.
El también ministro de Seguridad Nacional de Jamaica dijo que la trata de personas, por ejemplo, da como resultado que “los más vulnerables de la región sean explotados para trabajos forzados y servidumbre sexual”.
Al respecto, recordó que el último informe sobre la trata de personas en la región de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito mostró que alrededor de un tercio de todas las víctimas detectadas son niños, una proporción que se ha triplicado en los últimos 15 años.
“Se necesita más que nunca una acción renovada y revitalizada contra este delito, ya que las dificultades económicas, los conflictos y las emergencias sanitarias y climáticas en todo el mundo aumentan y agravan las vulnerabilidades al tráfico, la explotación y el abuso”, subrayó Chang.
En cuanto al tráfico ilícito de armas de fuego, fue identificado como una amenaza de primer nivel en la Estrategia de Seguridad Regional de Caricom y como uno de los principales impulsores de los niveles de criminalidad en la región.
Chang señaló al respecto que esta lacra “tiene el potencial de paralizar el ya frágil progreso de desarrollo socioeconómico en Caricom”.
“Ninguno de nuestros países fabrica armas de fuego y, sin embargo, los efectos nocivos de su proliferación y la contribución a la violencia de las pandillas y las actividades delictivas transnacionales impregnan nuestros respectivos territorios y son responsables de más del 70 % de los homicidios”, lamentó.
Por ello, abogó por interrumpir y prevenir el paso de armas de fuego y municiones ilegales a través de las fronteras de los países de la región.
“Estos desafíos requieren alianzas sólidas, colaboración y despliegue estratégico de recursos para lograr los mejores resultados”, afirmó durante la reunión, que congregó a ministros de seguridad nacional y comisionados de Policía de todos los Estados de la Comunidad del Caribe.
Los miembros de Caricom son Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, Montserrat, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam y Trinidad y Tobago.