WEST PALM BEACH, Florida – Hace unos días, el dominicano Edward Cabrera dio a conocer cuál era su objetivo para el 2023: Comenzar y terminar el año en las Mayores.
Cabrera, quien llegó a ser considerado uno de los 100 mejores prospectos del béisbol, aún no ha hecho el roster del Día Inaugural (tiene una opción restante de liga mejor). Cuando ha estado en la Gran Carpa, ha dado destellos de su potencial. Pero el quisqueyano, quien va a cumplir los 25 años el 13 de abril, espera poder despegar este año.
Crédito al veterano y también dominicano Jhonny Cueto, quien ha fungido de mentor de Cabrera durante la pretemporada. El coach de pitcheo de los Marlins, Mel Stottlemyre Jr., tomó la sabia decisión de juntarlos para que hicieran pareja en los entrenamientos desde el inicio, resultando en un experiencia surrealista para Cabrera. El lanzallamas solía hacer del papel de Cueto en los videojuegos cuando era pequeño.
“Me dijo que no importaba si estábamos en roster o en la rotación, que necesito luchar por mi puesto, por esa posición”, señaló Cabrera. “No importa cuán seguro te sientas con tu posición. Todos los días, tienes que venir a luchar por un puesto en el equipo”.
El camino de Cabrera empezó el jueves en un juego contra los Nacionales en el Ballpark of The Palm Beaches, donde el joven lanzó dos entradas en blanco.
“Me gustó su temple en la lomita. Me encantó el comando que tuvo de sus tres pitcheos”, señaló el dirigente de los Marlins, Skip Schumaker. “No había visto el cambio en vivo antes. Es el mejor cambio que puedes ver. Cuando tira 98 a millas por hora [con la recta] después de las 92 mph [de su cambio], hace que sea realmente efectivo. Pero me gustó todo su temple en general. Su presencia. Lució bien de verdad”.
Sin embargo, el problema de Cabrera hasta ahora ha sido su salud, no lo que ha hecho sobre la lomita. En su año de debut, no llegó a las Grandes Ligas sino hasta agosto, a pesar de haberse presentado a tiempo a los entrenamientos, debido a una lesión en el bíceps derecho. Terminó con efectividad de 5.81 en siete aperturas.
El año pasado, Cabrera lidió con una fatiga en el bíceps que retrasó su regreso a las Mayores hasta el 1ro de junio, cuando lanzó seis tramos en blanco y permitió un solo hit, con nueve ponches y cuatro bases por bolas. Su cambió maravilló en ese entonces, alcanzando hasta 96 mph.
Pero la buena vibra duró poco, debido a que una tendinitis en el codo derecho lo apartó desde el 13 de junio hasta el 4 de agosto. Terminó la temporada con aperturas en blanco en cinco de sus últimas 11 veces.
“Mi principal objetivo es mantenerme en salud”, dijo Cabrera. “Sé que si estoy en salud, eso es todo lo que necesito”.
Cabrera pasó el invierno trabajando en su fuerza y estado físico. También ha alterado su dieta, algo que le ha costado, pues ha dejado de comer el típico pollo frito y salchichas dominicanas.
“Es un brazo del tope de una rotación”, dijo Schumaker. “Mira cómo trabaja. Eso dice mucho. Por eso está en el bolsillo de [Sandy] Alcántara. La ética de trabajo entre ellos. Puede ser un abridor de lujo en las Mayores por un buen tiempo. Necesitamos que sea muy, muy bueno, porque creo que lo es. Y si está en salud, eso nos hará mejores”.