El director Jochy Taveras viene documentado una historia sobre dos hermanos colombianos que se separan tras la tragedia del Nevado del Ruiz, uno de ellos establece residencia en la isla caribeña y el otro establece residencia en Mariquita, Colombia. Ambos quedando huérfanos de padres la noche del 13 de noviembre de 1985. Fecha que queda marcado en la historia por la pérdida de más de 23 mil personas, tras semanas de incertidumbre cuando el Nevado del Ruiz hace erupción, borrando a su paso el pueblo de Armero con su historia, el desastre natural enlutó al mundo y, un año después, el extinguido pueblo fue declarado camposanto por su Santidad San Juan Pablo II.
La productora dominicana Elsa Turull De Alma, quien viene apoyando documentales desde el 2015 a través de su casa productora Larimar Films, comparte: “Lo que hace esta historia singular, además de la perspectiva de una separación familiar forzada es ver como nuestra protagonista puede establecer en nuestro país un refugio para reestablecer su vida luego de esta terrible tragedia”.
La motivación del director Taveras de contar esta historia es enfocar bajo un lente optimista la superación del duelo de una persona. Lo que llama la atención en la historia es la resiliencia de su protagonista, que paradójicamente se ha resistido a enfrentar la memoria de la pérdida de sus padres. Su hermano mayor ha logrado sobrellevar la ausencia de sus padres, manteniendo vivos los recuerdos de su pueblo natal y contando a otros su historia de supervivencia.
Las historias de la tragedia de Armero hasta el momento han sido enfocadas en tramas alrededor de la desafortunada desinformación de la época como síntoma principal de la catástrofe; o desde la confianza de los comunitarios a que el Nevado no erupcionaría; o historias de los niños adoptados y su proceso informal de adopción debido a que la magnitud del desastre no les permitió llevar un proceso legítimo; o las personas que se trasladan en el camposanto en busca de energías paranormales. O como muchos recordaran del desafortunado desenlace de Omaira Sánchez Garzón, quien termino siendo símbolo de la tragedia de Armero. En fin, no abordan el impacto emocional a través de los años de sus sobrevivientes.
El equipo de Larimar Films se encuentra en estos momentos filmando en el camposanto de Armero, en conversación sostenida con el primer asistente de dirección Christian Castillo, comparte que: “Luego de meses llevando la historia desde República Dominicana, estar aquí en Armero y presenciar la magnitud del desastre, sus ruinas y sobre todo ver el Nevado del Ruiz y su magnitud es increíble a los ojos de cualquier persona, ¡ver para creer!”. La línea aérea Arajet traslado al crew dominicano hasta el norte del municipio de Tolima, Colombia donde se desarrollo la tragedia.
