El Consejo de Defensa del exprocurador Jean Alain Rodríguez informó que un perito judicial designado por el Juzgado de la Instrucción finalizó la labor encomendada, concluyendo que su defendido y sus compañías, no recibieron, ni movilizaron o manejaron valores vinculados con hechos ilícitos y que las compras de todos sus bienes se encuentran debidamente justificadas.
“Ante tal sagrada designación, el especialista revisó de forma independiente e imparcial todos los movimientos, transacciones, depósitos y actividades de Jean Alain Rodríguez y de sus compañías y aplicando una auditoría financiera forense, arribó a las citadas conclusiones. Este dictamen pericial judicial desenmascara las absurdas imputaciones por las cuales se le acusa, sin desmedro de las más de 1,000 pruebas que descargan de toda responsabilidad a nuestro cliente”, expresó el doctor Carlos Balcácer.
Un comunicado de la barra de la defensa indica que la Procuradurá ha realizado una “peligrosísima y errada acusación”, señalando que Jean Alain Rodríguez, al colocar los valores reales de mercado de los inmuebles de su propiedad y de su régimen de comunidad legal en el año 2012, adquiridos hasta hace más de 20 años, “infló y falseo” sus declaraciones juradas, esto porque entienden que debió colocar los valores registrados en la DGII.
Esto, añade, cuando la PGR sabe muy bien que el formulario de declaraciones juradas ordena “declarar el valor” y “no el valor de la DGII,” precisamente porque los valores de la DGII regularmente se encuentran desactualizados y son menores: La gravedad inculpatoria reside en que esa fue exactamente la misma correcta metodología utilizada por el hoy presidente de la República Luis Abinader Corona y muchos de los actuales Ministros en sus declaraciones juradas, quienes presentaron el valor real de los bienes, que expresan “son de su propiedad”, procurando la PGR crear un errado y nefasto precedente de persecución, en el cual, de continuar con esa calumnia, estarán obligados a acusar a medio gabinete de su actual gobierno por el mismo absurdo, expresó la Lic. Nelys Rivas.
