Pedro Hernández
La Iglesia Católica criticó este viernes los abusos que se cometen contra la mujer y la cantidad de adolescentes embarazadas en la República Dominicana.
A través del “Sermón de las Siete Palabras”, también calificó como terrible la imposición del silencio de la mujer que es acosada y violada por aquellos que deben protegerla.
De esta forma la hermana Ofelia Pérez, directora general de las Altagracianas, describió al leer la “Tercera Palabra”, el sufrimiento de María al ser llevado a la cruz, “Mujer, ahí tienes a tu hijo. Después dijo al discípulo: -Hijo, ahí tienes a tu madre”.
Pérez, desde la Catedral Primada de América, evoca al evangelista San Juan en el capítulo 19, donde narró las escenas desgarradoras de María al ver morir a su hijo Jesús de una manera cruel y despiadada.
La religiosa destacó que esas dificultades y abusos que a diario se cometía contra la mujer en el caso de María hoy se sigue cometiendo con la misma brutalidad en nuestro país.
“Hoy, al contemplar la situación de la mujer, el panorama sigue siendo desgarrador, donde en muchas sociedades ser mujer es una condena para vivir maltratada, vejada, humillada, golpeada o simplemente usada para el sexo o la pornografía”, sostuvo.
En ese mismo orden, señaló que el ser de la mujer se pierde en una sociedad injusta que promueve por los medios y redes sociales, el valor del cuerpo tanto que puede producir placer.
Sin embargo, resaltó que las mujeres que trabajan y aportan al desarrollo científico, social, político, religioso y económico se vuelven invisibles, pero que de ellas no se dice nada.
Del mismo modo, en el documento se hace hincapié a que tampoco se publica la estadística del número de mujeres que estudian en nuestras universidades e Institutos de Estudios Superiores, ni de las mujeres que se incorporan al mercado laboral, sin abandonar el trabajo en la casa, la atención a los hijos y al marido.
“La mujer que madruga para cargar el agua y barrer la calle antes de tomar la guagua, el tren o el motoconcho para irse a producir el sostenimiento de la familia”, añadió.
La Iglesia Católica, también se preguntó ¿Quién mira a las mujeres que dan a luz en nuestros hospitales o aquellas que esperan en una silla que se desocupe una cama?