Santo Domingo. Este jueves, la República Dominicana recordó los 60 años de la Revolución del 24 de Abril de 1965, una gesta histórica que marcó la defensa de la Constitución y la soberanía nacional frente a la intervención militar estadounidense.
Las fundaciones Francisco Alberto Caamaño Deñó y de Militares Constitucionalistas encabezaron los actos conmemorativos que incluyeron una misa, una marcha simbólica y homenajes a los héroes y heroínas que lucharon por el retorno al orden constitucional.
La jornada inició con una eucaristía en la Catedral Primada de América, oficiada por el sacerdote Francisco Martín Gutiérrez, quien exaltó el sacrificio de Caamaño y de los combatientes constitucionalistas. Al cierre del oficio religioso, el presidente de la Fundación de Militares Constitucionalistas, Andrés Fortunato, destacó que estas seis décadas han transcurrido sin golpes de Estado, aunque persiste la deuda de fortalecer una democracia sustentada en principios.
Fortunato también hizo un llamado al Estado y al liderazgo político nacional a reconocer y dignificar a los sobrevivientes de la gesta, muchos de los cuales enfrentan precariedades económicas, pese a su entrega al país. Además, subrayó la necesidad de visibilizar a las mujeres que participaron en la lucha, reiterando el compromiso con una justicia social incluyente.
Como parte de la agenda del día, estudiantes del Liceo Francisco Alberto Caamaño desfilaron con banderas y redoblantes hasta el antiguo Edificio Copello, símbolo de la resistencia revolucionaria. Allí, Fortunato rindió tributo a los caídos y reafirmó el deber ciudadano de defender la democracia frente a cualquier amenaza, ya sea interna o externa.
Los actos concluyeron frente al busto de Caamaño, en el Parque Independencia, donde su sobrino y presidente de la fundación homónima, Claudio Caamaño Vélez, ofreció un emotivo discurso. “Si hoy sentimos el peso del sol, imaginemos lo que enfrentaron estos hombres y mujeres bajo la lluvia de balas, cañones y traición”, expresó, en alusión al sacrificio de los combatientes frente a la intervención extranjera.
Caamaño Vélez también denunció la complicidad de dominicanos que apoyaron la ocupación, calificándolos como “serviles y traidores”, y lamentó el escaso reconocimiento que aún reciben los verdaderos héroes de la historia dominicana.
“Este hecho heroico continúa siendo ignorado por gobiernos temerosos del mensaje de dignidad que transmite esta lucha”, añadió.
Por su parte, Vicenta Vélez, viuda de Caamaño, recordó con emoción al líder revolucionario y afirmó que la causa de los constitucionalistas sigue vigente como símbolo de justicia y compromiso patriótico. “Caamaño vivió para el pueblo. Su lucha, como la de Jesús, permanece porque fue verdadera”, concluyó.
*Sobre la Revolución de abril*
La Revolución de Abril, tuvo lugar entre el 24 de abril y el 3 de septiembre de 1965, en Santo Domingo, República Dominicana. Inició cuando un grupo de militares y civiles derrocaron al constitucionalmente electo Juan Bosch el 27 de septiembre del 1963.
La guerra del 24 de abril pretendía llevar nuevamente al poder al profesor Juan Bosch. El golpe de Estado llevó al general Elías Wessin y Wessin a organizar militares leales al presidente Donald Reid Cabral, quien conformó el segundo triunvirato, iniciando una campaña contra los así llamados rebeldes constitucionalistas.
Alegaciones de desviaciones comunistas conllevaron a una intervención estadounidense en el conflicto, que después se transformó en una ocupación de la Organización de los Estados Americanos en el país.
Más tarde en septiembre de 1966 las tropas internacionales se retiraron del país. Antes se realizaron elecciones democráticas en 1966, en las cuales Joaquín Balaguer fue elegido presidente.