Manuel Vega
Agentes investigadores de la Policía Nacional, junto al Ministerio Público, lograron, además de dar con el confeso asesino de la adolescente Yosberlin Rachel Ramírez Santana, de 17 años, encontrar evidencias, como objetos y elementos, que pueden probar que cometió el crimen y sus intenciones de desviar la atención y ocultar pruebas.
Brayan Michael Joseph Guerrero, alias Daniel, de 23 años, fue apresado mediante la orden de arresto número 0387-2024 en Santiago de los Caballeros, lugar hacia donde emprendió la huida tras cometer el hecho. Su plan para ocultar evidencias, que lo incriminan en el homicidio premeditado, se vino abajo.
En su morada, ubicada en el sector Villa España de La Romana, se realizó un allanamiento donde se ocuparon diversas evidencias que comprometen su responsabilidad penal. Por ello, el Ministerio Público radicará cargos criminales en su contra.
Brayan Michael hizo un periplo que abarcó desde Higüey, La Romana, Miches y finalmente Santiago para perpetrar su plan criminal
En el reporte preliminar, la madre de la menor señaló desde el primer momento a Brayan Michael como el principal sospechoso de la desaparición de su hija, ya que este andaba con ella el pasado 8 de julio en La Romana.
Agentes de la subdirección de Investigación (DICRIM) Regional Este, junto al Ministerio Público, lograron apresar al presunto autor del hecho en Santiago y luego trasladarlo hacia su residencia en La Romana, donde se practicó el allanamiento.
EN EL CAJÓN DE CISNERO
El hallazgo del cadáver y la captura del confeso autor estuvieron precedidos de una labor policial, que incluyó la Unidad Canina K-9, trasladada hacia el kilómetro 10 de la carretera Miches-Pedro Sánchez, de El Seibo. En un precipicio de unos 400 metros de profundidad, denominado el Cajón de Cisnero, se recuperó el saco en cuyo interior se encontraba el cuerpo sin vida de la adolescente.
El cuerpo estaba atado de pies y manos y presentaba múltiples traumas contusos, lo que indica que antes de amarrarla, la golpeó con gran brutalidad, con un grado de maldad excesivo, hasta matarla.