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Santo Domingo

Con la llegada del verano, advierten riesgos en la salud

Jessica Bonifacio

Hoy comienza el verano, y con él llegan no solo días más largos y noches más cortas, sino también condiciones ambientales que son un riesgo para el bienestar.

Especialistas en salud cardiovascular y visual advierten que esta época requiere precauciones para evitar síncopes, arritmias, deshidratación, infecciones oculares e incluso accidentes cerebrovasculares.

Esta temporada, además del aumento del calor, trae consigo una combinación de factores ambientales que impactan la salud. La humedad y la presencia del polvo del Sahara, sumados a la exposición prolongada al sol, generan un escenario propicio para el agravamiento de problemas cardiovasculares y visuales, especialmente en grupos vulnerables como adultos mayores y personas con enfermedades crónicas.

De acuerdo con la cardióloga Vizmary Pineda, las altas temperaturas generan efectos fisiológicos que pueden poner en riesgo a pacientes con enfermedades cardíacas preexistentes.

“Las altas temperaturas provocan vasodilatación, es decir, las arterias se ponen un poquito más anchas. También provocan deshidratación con pérdidas no solamente de agua, sino también electrolitos como sodio, el magnesio, el potasio, pero además, pueden provocar un aumento en la viscosidad de la sangre. Todo eso es el sustrato perfecto para que se forme una tormenta de enfermedades cardiovasculares, particularmente en quienes ya la padecen”, sostuvo la especialista.

Pineda puntualizó que los pacientes hipertensos que usan diuréticos son vulnerables durante el verano: “Van a empezar a tener pérdida de líquido por la orina, debido al diurético, más la pérdida por el sudor, y entonces pueden empezar a tener eventos de hipotensión (presión aterial baja), particularmente aquellos pacientes que usan fármacos que son vasodilatadores”.

Entre otras posibles complicaciones, mencionó las arritmias: “También pueden aparecer arritmias como taquicardias por la misma deshidratación, inclusive fibrilación auricular, que ya es una arritmia más compleja y esto se debe a la bajada de los electrolitos que perdemos en el sudor”. En ese sentido, señaló que los más vulnerables son los adultos mayores, los obesos, los diabéticos y quienes toman diuréticos, al tiempo que advirtió sobre el riesgo de accidentes cerebrovasculares debido a la mayor viscosidad de la sangre.

Aunque el infarto suele estar más asociado al frío, Pineda no descarta su aparición durante el calor intenso: “Si bien el infarto se asocia más a temperaturas muy frías porque las arterias se ponen en ese caso pequeñas, sin embargo, por el estrés térmico y por la sobrecarga circulatoria, si el paciente tiene alguna predisposición lo puede desarrollar”.

Recomendaciones

Entre sus recomendaciones, aconsejó ajustar el horario de las actividades físicas: “Evitar la exposición al sol entre 10:00 de la mañana y 4:00 de la tarde; es mejor hacerlo a primera hora del día o al final de la tarde”. También recomendó cuidar la vestimenta y el entorno al ejercitarse: “Seleccionar el atuendo adecuado; mientras mayor superficie corporal esté al aire libre, mucho mejor. Elegir un lugar fresco, preferiblemente con árboles y buena ventilación”.

Durante la actividad física, la galena recomendó no solo consumir agua, sino también agregar alguna solución que contenga electrolitos y sueros de rehidratación oral.

La especialista en córnea y cirugía de catarata del Instituto Espaillat Cabral, María Laura Nivar, alertó sobre los efectos acumulativos de la exposición solar en la salud visual, especialmente en combinación con el polvo del Sahara. “La radiación ultravioleta (UV) puede causar daños acumulativos en los ojos, contribuyendo al envejecimiento prematuro de estructuras como el cristalino y la córnea. Esto puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades como cataratas y pterigión, especialmente en países con altos niveles de exposición solar como el nuestro”, explicó.

Ante este escenario, la especialista comparte las siguientes recomendaciones clave para el cuidado de los ojos en verano:

  1. Usar gafas con protección UV: no todos los lentes oscuros protegen contra los rayos ultravioleta. Asegúrate de elegir gafas certificadas con filtro UV 100 %.
  2. Proteger también a los niños: los ojos de los niños son más sensibles a la luz solar. Es fundamental que use gafas y sombreros cuando estén al aire libre.
  3. Evite el contacto con agua contaminada: ríos, piscinas y playas pueden ser fuentes de infecciones oculares. No abra los ojos bajo el agua sin protección y nunca comparta toallas o lentes de contacto.
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