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Santo Domingo

Comprado por Cristo

Fausto Piña

En una venta para realizarse tiene que haber un comprador. En el Antiguo Testamento, se observa que los israelitas podían comprar siervos entre ellos, pero no esclavos. Sin embargo, no les era prohibido comprar esclavos y siervos de entre los extranjeros. Esta diferencia entre ellos se debió a que los israelitas fueron esclavos en Egipto, en tal virtud, siendo rescatados por su Dios, no debían propiciar la esclavitud entre ellos.

Los israelitas podían rescatar a los que de entre ellos eran siervos, pagando por esa situación. También, todo esclavo podía ser rescatado por alguien, quien pagase el precio acordado. Esa compra y venta de personas, en ambas modalidades, en el pueblo de Israel, no fue instituida por su Dios, sino que era una práctica común en las naciones existentes; mas, Dios reglamentó la práctica para ir preparándolos en el concepto de libertad.

El rescatar es: «Recuperar por un precio convenido o mediante la fuerza, a alguien o algo que estaba en poder de otro…2. fig. liberar  algo o alguien del peligro, trabajo, u opresión en que se hallaba» Rescate: » Acción y efecto de rescatar. 2. Precio que se paga por rescatar a alguien». Dicc. L Encl. 2000.

Todo ser humano que ha pecado, se ha hecho esclavo del pecado. En una conversación algunos judíos con Jesucristo, dice: «Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres? Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo si queda para siempre. Así que,  si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. y Sé que sois descendientes de Abraham; pero procuráis matarme, porque mi palabra no halla cabida en vosotros» Jn. 8:33- 37.

La esclavitud física social, es muy conocida y despreciada por todos los humanos, sin embargo, no siempre ha sido así. El pensamiento del ser humano ha venido en desarrollo y dando una visión diferente de la vida. El ser humano, no debe repetir esa historia en ningún sentido, más bien, debe promocionarse la libertad, como una condición de vida y como la máxima expresión de ella. Nadie debe decidir por la voluntad de otro, eso es libertad.

La esclavitud espiritual es peor que la esclavitud física social. El ser humano se hace esclavo del pecado,cuando éste no puede desvincularse de él, llámese pecado todo aquello que violenta la palabra de Dios. De ahí que, muchos de los valores morales, son comunes a la vida de Dios. Entonces, la esclavitud en el pecado  es equivalente, en muchas ocasiones, a la esclavitud inmoral, con la diferencia que una es totalmente terrenal y la otra no.

Jesucristo vino al mundo, para salvarnos del pecado y de la condenación eterna. Esta situación espiritual, conllevaba a la esclavitud e impotencia del ser humano. Todo ser humano peca, algunos aunque no quieran pecar terminan haciendo esa conducta impropia. Por eso, necesitamos el auxilio de Dios, quien envió a Jesucristo para librarnos de esa esclavitud, pagando el precio debido. Nos compró con su sangre.

Hubo dos apóstoles que escribieron sobre esta compra, uno Pablo: «Por precio fuisteis comprados; no os hagís esclavos de los hombres» I Cor. 7:23; «Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios» I Cor. 6:20. Y, el otro, Pedro: «Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles como oro y plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin marcha y sin contsaminación» I Ped. 1:18, 19.

Los cristianos glorifican al Señor Jesucristo, por la libertad que les ha dado, aún no son perfectos, pero pueden dominar muchas de las prácticas que les esclavisaban. no justifican sus imperfecciones, pero Dios sigue trabajando para transformarles cada día, a la libertad de Cristo. «Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud» Gál. 5:1.

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