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Santo Domingo

Colocación de productos o Product Placement en las películas dominicanas

Humberto Almonte

Analista de Cine

Las marcas o las compañías buscan colocar sus productos o servicios en las películas, dadas las enormes potencialidades publicitarias de cara a los espectadores/consumidores que asisten a las salas de cine cuya brillantez matizada de oscuridades focalizan la atención potenciando las imágenes allí mostradas. Un hecho que no pasa desapercibido para los profesionales de la publicidad. 

A cargo de la colocación o visibilización de los productos en los planos o secuencias están los especialistas, quienes al contrario de sus pares en otras áreas publicitarias que buscan colocar en el centro del foco de luz a los enseres o marcas, la tarea aquí se concentra en apelar a un máximo de sutileza y discreción para llegarle al consumidor de manera cuasi subliminal. 

Si observamos filmes como los de Misión Imposible o las de de James Bond al igual que otros como Free Guy, No Mires Arriba (Don’t Look Up), la saga Rápidos y furiosos (Fast and Furious) o Space Jam, encontraremos una multiplicidad de productos visibles a lo largo de toda la trama que están presentes allí como huevos de Pascua para ser advertidos por los espectadores sin mucho esfuerzo de su parte, convirtiéndonos a todos en consumidores y parte del blanco de público o target  de lo que pretende venderse en la vida real, ya sean jabones, relojes o vehículos. 

La industria cinematográfica publicitaria y el cine dominicano no han renunciado a esas formas para anunciar sus bienes la primera, y para acceder a recursos monetarios como parte de sus ingresos, la segunda. Tal aproximación se ha hecho con diferente fortuna, en algunas ocasiones con más o menos habilidad y acierto, pero en otras con no tanta precisión conceptual ni técnica. 

Nuestra joven industria cinematográfica registra un crecimiento en las diferentes áreas especializadas aunque no recuerdo haber visto en las fichas técnicas o en los créditos, y soy de aquellos que ven los créditos hasta el final, el apartado del encargado o el especialista en colocación de productos o Product Placement, por lo que pensamos que ya es tiempo de contar con tan importante recurso. 

Que se vea, mientras más grande mejor 

En mis últimos viajes al cine para visionar películas dominicanas me ha vuelto a llamar la atención, y no de buena manera, la presencia extraordinariamente invasiva de productos, logos y letreros de instituciones cuya imagen nos llena las pupilas de una manera tan obvia y desproporcionada que me genera un efecto de incomodidad sin importar si soy consumidor de esos productos o cliente de esas instituciones. 

Seguramente a los patrocinadores, o a la mayoría de ellos, les genera un gran placer su gigante presencia en los planos de las películas pues quizás piensen que esos desbordes proporcionales le aseguran una efectividad incuestionable. Lamento decirles que eso podría no ser así. Por el lado de la producción, podría sentirse que se está haciendo adecuadamente o que se agrada a su cliente/patrocinador, y vuelvo a repetir que no necesariamente esto resulte efectivo. 

La presencia de un especialista en el tema evitaría los manejos por parte de un personal desconocedor de los procedimientos adecuados para introducir la presencia de un producto dentro de los planos del filme, no bastando que esté a cargo de un publicista no especializado en colocación de productos, o quizás como me sospecho, de alguien del equipo técnico sin el suficiente conocimiento de lo que esto implica.  

Este técnico se encarga, entre otras cosas, de servir de conexión entre el cliente cuyo producto pretende colocar en el largo o cortometraje y la producción, especialmente con el director de fotografía ,con quien discute el sitio de emplazamiento y el nivel de visibilidad en el plano, evitando los protagonismos excesivos de los que hemos hablado anteriormente. 

Agregar a un personaje técnico como este quizás le parecerá un gasto innecesario o superfluo a varios productores locales, pero a estas alturas donde nuestra industria cinematográfica vive un acelerado crecimiento y en esa misma proporción crecen las demandas de mayor calidad en la terminación del producto llamado  “película”  por parte de los espectadores se justifica.

Hacia un necesario minimalismo expositivo de los productos 

Cuando BMW,Apple, o Johnnie Walker aparecen en una trama no pretenden hacerse ver restregándonos su presencia en nuestras caras y pupilas, pues no, se decantan por las sutiles vías del minimalismo apelando a lo tenue, lo subliminal, justificado por una presencia que corresponde a la lógica de la historia dentro del guion , exento de cualquier atropellamiento visual. 

Los productos que aparecen en nuestras películas deben seguir los patrones que proponen las técnicas del Product  Placement o colocación de productos para disfrutar de una presencia orgánica evitando los desbordes que restan efectividad de cara a los clientes potenciales, o sea los espectadores, apelando al mantra que no por viejo es menos efectivo: ¡Menos es más

 

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