Humberto Almonte
Analista de Cine
Al conseguir hacerse con varios Oscares en la ceremonia del 2024, incluyendo Mejor Director, Mejor Película y Mejor Actor, por su revisión fílmica de otra figura polémica como Robert Oppenheimer , el igualmente polémico Christopher Nolan consigue el reconocimiento que posiblemente buscaba desde hace rato, algo que nos ha invitado a leer Christopher Nolan: un mago en el laberinto, de la autoría del periodista Pau Gómez, un libro que teníamos aparcado en la sección de pendientes de nuestra biblioteca.
El autor arranca su texto de 183 páginas, editado por T&B Editores, haciendo un flashback hacia los inicios del realizador inglés con el cortometraje Doodleburg (1997) y el largometraje Following (1998) hasta la película que atrajo la atención y lo puso en el centro de la mirada escrutadora de los analistas cinematográficos y los espectadores como lo fue Memento (2000), en donde se apoya de una de sus marcas de fábrica, como lo es la narración fragmentada y discontínua.
La trayectoria exploratoria de la filmografía de este realizador termina en el inicio de la filmación de Interestelar (Interestellar -2014- ), donde detalles de los comienzos del rodaje, de cómo llega el proyecto a sus manos o el casting, sin entrar a valorarla, pues aun no se estrenaba cuando la obra fue publicada. En principio, la película sería dirigida por Steven Spielberg, quien al decir que tomaría un año sabático, sugirió a Nolan en su sustitución.
Así que, aparte de las que hemos nombrado, el contenido se centra en las películas Insomnio (Insomnia -2002- ), Batman Inicia (Batman Begins -2005- ), El Truco Final (The Prestige -2006- ), El Caballero Oscuro (The Dark Knight -2008- ), Origen (Inception -2010- ), El Caballero Oscuro : La Leyenda Renace (The Dark Knight Rises -2012- ). El análisis también cubre las labores de producción del inglés en El Hombre de Acero (Man of Steel -2013- ), Trascendence (Man of Steel -2014- ), y Batman vs Superman: El Orígen de la Justicia (Batman v. Superman Dawn of Justice -2016- ).
Pau Gómez traza una ruta que va desde el recuento de sus trabajos, pasando por las claves estilísticas de la obra de Nolan, intentando diseccionar y deconstruir su cine sin dejar de echar una mirada a los colaboradores y el entorno del realizador, para desde este vistazo panorámico y descriptivo llamado libro, atraer la atención hacia un personaje creativo que provocando reacciones a favor y en contra no deja indiferente a los espectadores.
¿Mago o aprendiz de mago?
Tomando como punto de partida su primer largometraje Following con su personaje de Bill, Nolan inicia su galería de antihéroes cuya motivación es el miedo o la venganza como el Leonard Shelby (Guy Pearce) de Memento, sin embargo, ni sus buenos son tan buenos ni sus malos tan malos, unos matices mantienen a los espectadores en la incertidumbre que es una de sus marcas de fabrica.
Tanto en Memento como en Origen, los filmes del realizador apelan a una fragmentación con alteraciones temporales, con saltos constantes hacia adelante y hacia atrás, retándonos con subtramas parecidas a un puzzle, dándonos la opción como espectadores de colocar las piezas en su lugar, y obligándonos a poner mucha atención en los pequeños detalles so pena de perdernos en sus laberintos narrativos.
La tendencia de este director hacia el ilusionismo, hacia la magia o las sorpresas de último minuto, de ahí que estén basadas en la estructura de los tres actos al igual que en los trucos de magia, algo que le funciona tanto en El Truco Final (The Prestige -2006-), en Origen (Inception -2010- ) o en El Caballero Oscuro: La Leyenda Renace (The Dark Knight Rises -2012- ).
En Batman, Nolan se apoya en la conocida estructura del viaje del héroe, con un Hombre Murciélago que se asienta en la triple personalidad de Batman, a saber, el Bruce Wayne privado al que solo Alfred y algunos cercanos acceden, el Bruce Wayne público y su máscara de playboy decadente, y al final Batman, la criatura creada por él. Bruce Wayne / Batman comparten las características comunes de los héroes nolanianos, la lucha contra sus demonios interiores, su tendencia a ser traicionados y el encontrar la lucidez al viajar fuera de sus límites.
Como nos apunta el autor, en el cine arquitectónico del realizador, la ciudad se adueña de un papel protagónico, pues sus personajes principales buscan su identidad y se rebelan contra esos peligrosos demonios interiores en un espacio urbano cargado de hostilidad. La ciudad en el cine de Nolan está llena de peligros y trampas como podemos notar en Los Ángeles de Memento, la urbe afincada en el subconsciente de Origen o la ciudad Gótica de Batman.
Nolan en su laberinto
Ahondando en el texto encontramos dos puntos que nos llaman la atención: el primero es la afirmación de que: «El cine de Nolan está exento de cualquier componente ideológico o intento de adoctrinamiento», y en segundo lugar, pero no menos importante: «En el cine de Nolan las mujeres sufren un desenlace trágico que condiciona el destino de aquellos que las aman». En el primer caso dudamos de la asepsia ideológica de cualquier creador y en segundo lugar puede ser que sus conceptos estéticos, los del realizador, estén permeados por una cierta misoginia.
Christopher Nolan: un mago en el laberinto de Pau Gómez, es un libro que desvela algunas de las claves estilísticas del realizador que van desde el ilusionismo, los hombres con identidades divididas, la narración fragmentada, la deconstrucción onírica, el héroe con luces y sombras o el contrincante como elemento liberador, entre otros, lo que lo convierte en una obra documentada sobre una figura cinematográfica de primer orden en nuestro tiempo, quizás cargada de un exceso de admiración, lo que no le resta interés de una lectura necesaria para cualquier amante del cine.