Madrid.- Papa rellena con ceviche de pato, escabeche de pollo, ají de gallina, pasta a la huancaína o arroz chaufa, pero en pequeñas cantidades, esa fue la propuesta del primer Festival de la tapa peruana organizado por la Embajada de Perú en Madrid para promocionar la gastronomía del país.
Antes de que los asistentes degustaran las tapas, el embajador de Perú en la capital española, Walter Francisco Gutiérrez, resaltó que la gastronomía peruana ha logrado un “éxito que ha exorbitado las fronteras de Perú y América Latina” y que tras “llegar a Europa y asentarse” se sigue “extendiendo”.
“Pero como no queremos dormirnos en nuestros laureles hemos querido hacer una mixtura, poner estos contenidos en la tapa, un concepto español combinado con comida peruana, damos un nuevo paso, los invito a que a través de estas tapas viajen al país de la magia y la cocina, al país de los 1.001 platos”, compartió Gutiérrez.
Alrededor de doscientas personas pudieron probar -y deleitarse- con la propuesta gastronómica de trece restaurantes peruanos asentados en Madrid que tomaron recetas e ingredientes tradicionales y los adaptaron al concepto de la tapa española, que no solo se caracteriza por ser solo un bocado de comida sino también por ofrecer un sabor intenso para acompañar a una bebida.
Los negocios Abrazzas, Barinka, Doromari, Fuego y Sabor, Inti de Oro, Jumbo, Kechua, Lima 67, Lima Nikkei, Manka, La Nación, La Sarita y Umami fueron los encargados de mostrar la rica y variada gastronomía peruana.
Así, entre inka colas, vinos, cervezas, pisco sours y otros cócteles a base de pisco fueron saliendo los platillos peruanos que hicieron las delicias de los asistentes, y donde destacaron algunas propuestas como unas navajas nikkei -que surge de la fusión entre la comida peruana y la japonesa-, o la mezcla de unas zamburiñas -un molusco típico del norte de España- con el tradicional ají del país andino.
Tampoco faltaron los clásicos peruanos, como el arroz chaufa -que nace de la mezcla entre la gastronomía del país con la influencia de la de China, también conocida como Chifa-, una causa limeña cocinada con papa morada en vez de que con la habitual, o unos tiernos alfajores rellenos de dulce de leche que pusieron el broche dulce al menú ofrecido por la embajada.
La velada estuvo también amenizada por músicos peruanos que tocaron éxitos nacionales, además de bailarines que se llevaron los aplausos y sobre todo la atención de los que se congregaron para disfrutar de esta gastronomía que quiere ser buque insigne del país. EFE
