Cam Payne, con 11 puntos en el último cuarto, fue este sábado el héroe inesperado de los New York Knicks, que estuvieron contra las cuerdas pero que finalmente se llevaron el primer partido de su serie ante los Detroit Pistons por 123-112.
El base suplente de los Knicks, experto en agitar encuentros desde la segunda unidad, fue el catalizador de un explosivo parcial de 21-0 en el último cuarto con el que los de Tom Thibodeau salieron de un buen lío ante los Pistons, muy meritorios, peligrosos y rebeldes hasta entonces pero que se derritieron en el cuarto periodo (40-21).
El segundo encuentro entre Knicks (terceros del Este) y Pistons (sextos) se jugará el lunes también en el Madison Square Garden.
Jalen Brunson fue de menos a más y acabó con 34 puntos (12 de 27 en tiros) y 8 asistencias para los Knicks. El dominicano Karl-Anthony Towns (23 puntos y 11 rebotes), OG Anunoby (23 puntos y 7 rebotes) y el mencionado Cam Payne (14 puntos en 15 minutos) también destacaron mientras que Mikal Bridges quedó a deber con solo 8 puntos.
Por su parte, Cade Cunningham (21 puntos con 8 de 21, 6 rebotes y 12 asistencias), Tobias Harris (25 puntos y 6 rebotes) y Malik Beasley (20 puntos con 6 triples) encabezaron a los Pistons, que sufrieron con 21 pérdidas de balón (6 de ellas de Cunningham).
Los de J. B. Bickerstaff se quedaron muy cerca de haber asaltado el Garden pero su último cuarto fue una pesadilla (7 de 22 en tiros con 2 de 8 en triples además de 8 pérdidas que dieron pie a 11 puntos de los Knicks).
Ambientazo en el Garden
En sábado por la tarde y en uno de los primeros días primaverales que ha disfrutado Nueva York este año, el Madison Square Garden presentó un ambiente fantástico para el arranque del ‘playoff’ en la Gran Manzana.
Los dos equipos respondieron con una primera mitad realmente entretenida, muy física en ambos lados de la cancha y con los árbitros dejando claro que iban a permitir mucho contacto, algo habitual cuando llegan las eliminatorias por el anillo.
Ni Brunson ni Cunningham empezaron bien. La estrella de los Knicks se fue al descanso con 11 puntos y un gris 4 de 15 en tiros mientras que el líder de los Pistons firmó 6 puntos con 3 de 10 pero al menos repartió 6 asistencias.
Con los bases en segundo plano, fueron los aleros los que dieron un paso al frente ya que Anunoby se lució en los locales con 19 puntos y Harris brilló en los visitantes con 22.
La ventaja de los Knicks fue anecdótica (57-55) tras una primera parte muy equilibrada. Detroit soltó artillería pesada desde el triple (9 de 18), pero también se enredó con 11 pérdidas de balón (6 de Nueva York).
Sin embargo, el músculo en defensa de los de la Motown, su ritmo agotador y su frescura de piernas se le empezaron a atragantar a los neoyorquinos.
Con un parcial de 26-36 en el tercer periodo, los Pistons tomaron el mando gracias a 12 puntos de Tim Hardaway Jr. y a un Cunningham que mejoró sus prestaciones con 7 puntos.
Brunson firmó 11 pero también asustó a los fans locales al salir cojeando de una jugada aunque afortunadamente pudo continuar sin mayores problemas.
El 83-91 camino de los últimos doce minutos encendió las primeras alarmas en Nueva York pero al rescate apareció un invitado sorpresa: Payne con 8 puntos en cuatro minutos para reiniciar el encuentro una vez más (98-98 a falta de 7.47).
El parcial creció hasta un descomunal 21-0 cuando peor lo estaban pasando los Knicks: del 90-98 a 9.16 para el final al 111-98 con 4.49 en el reloj.
De repente se le encogió la mano a los jugadores de Detroit. Los tiros que antes entraban ahora rebotaban en el aro, las pérdidas de balón se amontonaban y el miedo escénico se palpaba en las filas de los Pistons.
Con la inercia de semejante parcial, los Knicks, ahora sí con Brunson al frente, ya no miraron atrás y sellaron una remontada fabulosa. EFE
