Bruselas.- El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, advirtió este miércoles de que se está viviendo “una recesión democrática” en el mundo.
“Estamos viviendo una recesión democrática. Desgraciadamente, creímos que tras el final de la Guerra Fría la democracia iba a ser el sistema y hoy vemos que la democracia está en declive”, declaró el político español durante una sesión de alto nivel sobre las misiones de observación electoral celebrada en la Eurocámara, en la que participó además la expresidenta de Costa Rica Laura Chinchilla.
Añadió que el número de países no democráticos ha estado creciendo y que ningún continente ha podido evitar esa tendencia.
Señaló que los niveles de países democráticos actuales no se habían visto desde antes de 1989.
“Sin duda alguna, hay un gran riesgo para la democracia y tenemos que trabajar mucho más para conseguir que la gente restaure la confianza en las instituciones públicas, en los procesos electorales, y seguir mostrando que la democracia cumple lo prometido, que no es solo ir un día cada x años a votar, sino una cuestión de combatir eficazmente contra las desigualdades sociales y de proteger los derechos fundamentales”, expuso.
No obstante, reconoció que hay “una diversidad de caminos para construir la democracia”.
“Tenemos nuestro modelo occidental y algunos podrían pensar que es el único modelo. No, la demanda de democracia es una cuestión global”, dijo, e insistió en que la democracia no es “un asunto cultural”, sino “un valor universal”.
En un contexto de creciente digitalización, también en los procesos electorales, apuntó que dicha digitalización “no debería ser una sombra para encubrir la manipulación” de los comicios.
“La transformación digital es algo positivo, pero puede tener un impacto negativo, incluido el riesgo de interferencia extranjera”, constató.
Además, recalcó que los procesos electorales “se están contaminando por la falta de información y, peor todavía, por la desinformación”.
“Los procesos electorales, la democracia, están afrontando un gran problema hoy, que es la calidad de la información”, aseveró, y aseguró que la información es “la savia de la democracia”.
Afirmó que los observadores electorales “merecen muy bien el título de defensores de los derechos humanos”.
“Al final, es lo que hacen: defender un derecho humano básico que es elegir tu Gobierno libremente mediante procesos bien organizados y que pueden ser evaluados desde el exterior”, ilustró.
De hecho, puso el acento sobre los riesgos que corren los observadores electorales locales, incluida la intimidación, las amenazas o la violencia.
Sobre Ucrania, Borrell confió en que para las próximas elecciones parlamentarias, que deberían tener lugar en 2023, la guerra haya terminado y los comicios se puedan celebrar “en paz y libertad”.
Por su parte, Chinchilla agradeció a Borrell y a la Eurocámara el “fuerte apoyo a las víctimas de la dictadura de Nicaragua y los valientes pasos diplomáticos y económicos dados contra el régimen” del presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo.
La política puso el acento sobre el impacto “positivo” de la observación electoral en la democracia.
También destacó que en la última década Latinoamérica y el Caribe “han perdido tres democracias”, en referencia a Nicaragua, Haití y Venezuela.
“Más recientemente, tenemos que reconocer que El Salvador ha experimentado una acusada recaída de la democracia”, agregó. EFE