29.8 C
Santo Domingo

Biomass, el satélite europeo que dará datos sin precedentes de los bosques, ya en órbita

Kurú (Guayana Francesa)..- El satélite Biomass de la Agencia Espacial Europea (ESA), el primero equipado con un radar que le permitirá proporcionar datos sin precedentes sobre los bosques, fue lanzado este martes por un cohete Vega-C desde el Puerto Espacial Europeo de Kurú.

La lanzadera comenzó su vuelo a las 06.15 hora local (09.15 GMT) para poner al satélite en órbita a una altitud de 666 metros. A los 57 minutos se produjo la separación entre ambos y a las 10.27 GMT se adquirió su primera señal. Fue ese el momento en que se escucharon los aplausos y se vieron abrazos en la sala de control.

Vega-C, operado por Arianespace, despegó con las primeras luces del día, en una mañana parcialmente nubosa, por lo que a los pocos segundos se perdió de vista en las nubes, de entre las que reapareció enseguida y se pudo seguir claramente su progresión por el cielo.

Biomass es el primer satélite con un radar de apertura sintética de banda P, capaz de atravesar el dosel forestal de los bosques para medir su altura y la biomasa, lo que le permitirá elaborar estimaciones más precisas de la cantidad de carbono que contienen y cómo cambia con el tiempo.

Esta es la séptima misión de los llamados Exploradores de la Tierra de la ESA, que aportan conocimientos científicos sobre los complejos sistemas del planeta. Biomass mejorará la comprensión del papel que desempeñan los bosques en el ciclo global del carbono y su importancia en el sistema climático.

La directora de los programas de observación de la Tierra de la ESA, Simonetta Cheli, destacó, en una rueda de prensa, la importancia de la misión: “Ayuda a entender el clima y los desafíos que tenemos para hacer un planeta más sano. Eso es la ESA”.

El satélite puede medir desde el espacio la biomasa aérea, formada por troncos leñosos, ramas y tallos, que son las partes donde los árboles almacenan la mayor parte del carbono en el que transforman el CO2 que absorben de la atmósfera.

Esas medidas serán posibles gracias al radar de banda P, con una antena de 12 metros de diámetro en forma de paraguas, que confiere a Biomass su particular aspecto y que tardará varios días en desplegarse en un compleja maniobra.

Casi un tercio de la superficie de la Tierra está cubierta por bosques y el 45 % son tropicales, que es donde se concentra el 70 % de la biomasa, más cambios se producen y de donde se tienen menos datos, es en estos últimos donde se centrará Biomass.

Los bosques tienen un papel vital en el ciclo del carbono, al absorber anualmente unos 8.000 millones de toneladas de dióxido de carbono de la atmósfera, lo que ayuda a regular la temperatura del planeta.

Se estima que alrededor del 50 % del peso seco de un árbol es carbono, pero la deforestación, la tala y la quema hace que buena parte vuelva a la atmósfera como CO2, intensificando el cambio climático.

La misión, que durará más de cinco años, tiene dos fases: La primera, de 18 meses, creará un mapa 3D de la estructura de los bosques; la segunda, durante la que realizará cinco mapas globales, permitirá estimar la altura y la biomasa por encima del suelo. Los datos, recordó Cheli, estarán disponibles para todos.

Aunque el objetivo de Biomass sean los bosques, también medirá la velocidad de los glaciares y las capas de hielo, y como penetra hasta cinco metros a través de la arena seca, podrá cartografiar elementos como antiguos cauces de ríos y lagos, lo que ayudará a estudiar climas pasados.

Entre el público que presenció el despegue, dos trabajadores de Airbus, Maximiliano Gámez y Mario Valle, de las ciudades españolas de Málaga y Vitoria, que han colaborado en el Biomass.

Ambos destacaron a EFE el intenso trabajo realizado hasta llegar al lanzamiento que han calificado de “espectacular”, “precioso” y “muy emocional”. Alguna lágrima se ha escapado, reconoció Gámez, mientras Valle se quedó con que es “culmen de muchos años de trabajo”.

El despegue de hoy es el segundo de un cohete Vega-C después de pasar dos año en el suelo por el fracaso de su primera misión comercial, en 2022.

El director genera de la ESA, Josef Aschbacher, aunque no estaba en Kurú, dijo a EFE por teléfono que este despegue es “un éxito muy importante” y recordó que este año aún se lanzarán unos diez nuevos satélites, entre ellos algunos de los sistemas Copernicus y Gallileo, gracias a sus cohetes Ariane 6 y Vega-C.

“Estamos consiguiendo éxitos para Europa” señaló Aschbacher, quien destacó que España es un “miembro muy importante de la familia ESA. Está contribuyendo a este éxito”. En concreto habló de la implicación de su industria y cómo en muchas misiones, incluida Biomass, existe el “hecho en España”.

El nuevo presiente ejecutivo de Ariaspace, David Cavailloles, destacó la importancia de que Europa domine una “tecnología compleja como son los cohetes”, saber que es “fiable y capaz de realizar cualquier misión, es de la mayor importancia” y agrego que con cada lanzamiento con éxito se refuerza la soberanía en el espacio.

En el desarrollo de la misión han colaborado, durante nueve años, 20 países europeos, Canadá y Estados Unidos. El principal contratista, Airbus Reino Unido, ha liderado un consorcio de más de 80 empresas con la partición de españolas como Airbus en Tres Cantos, el grupo Sener, GMV y Deimos. EFE

- Advertisement -spot_img

Más artículos como este