Narciso Isa Conde
En la designación de Yeni Berenice Reynoso se ha destacado la unanimidad y para observadores perspicaces las razones se entienden.
El apoyo de Abinader y del PRM no debe extrañar… Abinader es el único proponente, tiene mayoría en el CNM y en el periodo pasado la nombró como Procuradora Adjunta Especializada en Investigación y Persecución del delito, y en su toma de posesión la puso a la par de Miriam German como contrapeso.
Otra designación parecida y de igual matriz fue la de Wilson Camacho en el PEPCA. Dos posiciones claves para la acción judicial anticorrupción al interior de una PGR condicionada por fuerzas externas.
Porque no hay dudas de que esas designaciones se realizaron previas negociaciones y acuerdos soterrados entre la Embajada de EEUU, Luis Abinader y Leonel Fernández, con el propósito de manipular en un sentido determinado el accionar contra corrupción e impunidad, después de los impactos de Marcha Verde y siendo difícil obviar a Miriam German como procuradora general.
En esos acuerdos primó la orientación de perseguir fundamentalmente la corrupción del PLD danilista, proteger la corrupción de Leonel y el leonelismo, la del PRD-PRM y la del PRSC; garantizando a la vez la impunidad de la facción mafiosa del generalato y de las escandalosas complicidades de sectores de oligarquía capitalista criolla y transnacional
En cuanto a las corporaciones transnacionales, el accionar judicial se limitó a presionar, sin llegar al fondo, a las brasileñas competidoras de las estadounidenses; y en ese contexto, la nueva corrupción del PRM, solo ha sido tocada ligeramente en casos menores.
La narco-política y los extraditados y sus delaciones quedaron como cotos reservados a la DEA, el FBI y la justicia de EEUU; entidades afines a las convicciones de Berenice y partícipe de la línea neocolonial trazada.
Así se planeó y así se dio, sumándole el desinfle progresivo, vía poder judicial, de una buena parte de los casos que tocan jerarcas del PLD y amenazan a Danilo Medina.
Los resultados están a la vista
Leonel y su clan impune, la mafia de los combustibles y los delitos ambientales por igual. Ni hablar las estafas en Antena Latina (Bonetti-Fantasma), Fonper-San Soucí (Vicini), Barrick Gold y Falcondo y, desde luego, la narco-política del PRM y la FP.
Casi todas las iniciativas judiciales anticorrupción estatal de la PGR se han limitado a los litorales de la mafia danilista. La orientación fue aplicada, con una notable sobreactuación del binomio Reynoso-Camacho.
Esos acuerdos, tutelados por EEUU, siguen vigentes y eso explica la unanimidad en la escogencia de la nueva procuradora.
No obviemos, además, que la apuesta electoral del binomio TRUMP-MUSK, podría favorecer a la oposición mejor sintonizada con el neofascismo en boga frente a un PRM, también conservador y proclive al trumpismo, pero cada vez más desgastado.
Al pueblo, a sus fuerzas de las izquierdas transformadoras, les toca hacer suyo este certero planteamiento de Orlando Martínez:
“Nada se obtiene cambiando un conservador por otro conservador, un mandatario de derecha por otro mandatario de derecha.” / “La opresión seguiría”. / “La represión continuaría.” / “La entrega sería la misma.”
Pero como el gran fraude es el sistema institucional que nos han impuesto, la derrota de las derechas y de sus sustentadores exige previamente crear una situación que obligue a cambio democratizador del sistema constitucional y del régimen electoral (ley de partidos, ley electoral); posible de lograr si el pueblo movilizado se apropia de la idea de impulsar un proceso constituyente dedicado a lograr esos y otros objetivos imperiosos, presentes en sus demandas con fuerte poder de convocatoria.
