Alberto Quezada
El ascenso a la presidencia de la República Dominicana del expresidente Leonel Antonio Fernández Reyna y Luis Rodolfo Abinader Corona, puede considerarse como un accidente en la historia política y electoral dominicana, si partimos de las circunstancias en cómo llegaron a la primera magistratura del Estado.
Si analizamos la historia electoral reciente podemos ver que la llegada al poder de estas dos figuras no fue fruto de un arduo trabajo político orientado a convertirse de manera expresa en jefe del Estado, en ambos casos, las circunstancias históricas lo condujeron de manera sorpresiva a ocupar la silla presidencial. Veamos.
En el caso del doctor Fernández su llegada al poder 1996 se produjo dentro de una coyuntura muy especial que simbolizó el “Frente Patriótico” una alianza entre el Partido Reformista Social Cristiano(PRSC) y el Partido de la Liberación Dominicana(PLD).
En cambio, el arribo al solio presidencial del licenciado Abinader se produce en una coyuntura de ruptura entre los dos principales líderes del PLD, Fernández y Medina, situación que condujo a la salida del presidente de la Fuerza del Pueblo de la entidad política que fundara el profesor Bosch en 1973.
Esa división, unida a la salida del autor del libro “Delito Prensa” y fundador de Funglode, posibilitó una serie de acuerdos programáticos para las elecciones del 2020 entre el PRM y FP, que condujeron inexorablemente a la escogencia como presidente de la República Dominicana del señor Abinader. Así se produce todo.
Al doctor Fernández a lo interno de su otrora organización política, el Partido de la Liberación Dominicana(PLD), desde el profesor Bosch hasta sus compañeros de ruta, siempre le vieron como el compañero estudioso, con innegables condiciones para el debate de las ideas, pero de poco vuelo y garras para la lucha política al estilo dominicano.
En cambio, el actual Presidente Luis Abinader siempre fue visto por sus compañeros de otrora del PRD y actuales del Partido Revolucionario Moderno (PRM) como el hijo de don José Rafael Abinader (EPD) y joven de buena formación académica, pero en materia partidaria una figura de rango menor y medianía.