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Santo Domingo

Ariel Henry quiere quedarse

Iván Silva 

Oír el pregón internacional del primer ministro haitiano, y de muchos países pedir una fuerza multinacional que invada a su país, Haití, para que le haga el trabajo sucio de prolongar su mandato, más de los dos años que lleva gobernando esa nación, usurpando la presidencia, la Primatura, el Congreso, las Cortes Generales, el Ministerio de Interior y Policía y el Consejo Provicional Electoral.

Todo esto, eso sí, con el beneplácito de la Ex Canciller Ecuatoriana, María Isabel Salvador, quien ha demostrado en sus funciones de representante de las Naciones Unidas en Haití, la más hurgar imprudencia diplomática en Haití, convocando ruedas de prensa para opinar en favor de grupos oficialistas sobre la política interna de Haití, apoyando nombramientos, como la Corte de Casación haitiana.

Quiere, el Primer Ministro haitiano, organizar las Elecciones con un consejo provisional Electoral a la carta, nombrado por él, al tiempo que impulsa, en desmedro de la policía haitiana, bandas con criminales desertores de otras bandas promovidas, como “Los Autodefensores” una forma de potencializar y radicalizar la violencia, la delincuencia y la criminalidad, con el único propósito de dividir aún más a la sociedad y la ciudadanía haitiana, pero lo más rentable para el premier haitiano, usar el miedo como instrumento de dominio, obediencia y dependencia.

Son claras las señales que ha dado la Primatura haitiana de su afán por perpetuarse en el mando político de Haití, pues ha procurado, con mucho éxito hasta ahora, sabotear todas las iniciativas que persiguen el cause, político y democrático a la situación de convivencia en su país. Sirven de ejemplo, el saqueo del consulado de Jamaica, por pandillas, ligadas a empresarios cercanos al gobierno tan pronto, concluida la reunión de Caricom, en la cual se decidió la creación de una comisión, impulsada por el Primer Ministro de Jamaica, para una cumbre internacional Inter haitiana, que buscara los consensos con los distintos sectores de ese país, a fin de alcanzar niveles de convivencia mínimos, con los cuales se pudieran llegar a un acuerdo nacional y de Estado, que pusiera fin a la crisis y creara condiciones aceptables para unas elecciones.

Repiten las mismas conductas antisocial estos grupos anarquista, con las llegada de congresistas de los Estados Unidos y funcionarios del departamento de Estado a la Zona Franca Fronteriza de Juana Méndez, al incendiar y provocar protestas convocadas por mafias sindicales, auspiciadas por el aparato político, controlada por ex Senadores, ex Cónsules, Alcaldes, ex Alcaldes, Regidores, ex Regidores y personalidades regionales, quienes tienen el control social, laboral y político de la mayoría de los trabajadores y empleados de Codevi. Un cuento que solo se entiende con las derrotas políticas y diplomáticas que sufriera Ariel Henry, al no prosperar su pedido de una fuerza internacional y, cuando se les propuso un gobierno de Unidad Nacional en el cual estuvieran representados todos los sectores haitianos.

Sigue mientras tanto la ONU, buscando dinero para seguir llenando el pozo sin fondo que ahora administra la ex Canciller Ecuatoriana María Isabel Salvador, una ficha del tablero Guterres.

 

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