David Venn/LasMayores.com
HOUSTON – Son tantas las cosas logradas por José Altuve en el béisbol de Grandes Ligas a nivel individual que a veces, hablando con él, pueden quedar en el olvido.
El estelar venezolano de los Astros tiene en su haber tres títulos de bateo, cuatro lideratos de hits, dos títulos de bases robadas y un Guante de Oro, además de ser Jugador Más Valioso de la Liga Americana en el 2017 y participar en ocho Juegos de Estrellas. Altuve siempre ha preferido hablar de los éxitos colectivos, que en Houston incluyen dos coronas de Serie Mundial, cuatro banderines de la Liga Americana (con un quinto en la mira) y siete participaciones seguidas en la Serie de Campeonato de dicho circuito.
El jueves, Altuve se convirtió en el séptimo jugador de la historia en llegar a 100 partidos jugados en postemporada, en que el maracayero se encuentra entre los líderes en jonrones (segundo con 26), hits (cuarto con 113), dobles (quinto con 20), carreras anotadas (segundo con 86) y empujadas (empatado en el séptimo puesto con 84), entre otras categorías. Y por supuesto, agregó otro capítulo a su ya legendaria trayectoria en postemporada con su dramático cuadrangular decisivo el viernes en el Juego 5 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana frente a los Rangers, poniendo a Houston a una victoria de su tercera Serie Mundial consecutiva.
“Muy agradecido estar (el jueves) en mi partido número 100 de playoff”, dijo Altuve, quien ahora lleva 101. “Sé que estoy liderando algunos departamentos, pero eso no es el enfoque de nosotros. No es lo más importante, ni para mí ni para el equipo”.
A sus 33 años, Altuve ha vuelto a brillar en la postemporada, con tres bambinazos y tres dobles en las series de los Astros contra los Mellizos y los Rangers, prendiendo el fortísimo ataque ofensivo de los Siderales como primer bate. El tercera base de Houston, Alex Bregman, ha sido testigo de lo hecho por Altuve desde el 2017 no sólo en el terreno, sino también fuera del diamante como líder.
“Ha sido algo grande”, dijo Bregman al tocar el tema. “Ha sido un honor ser su compañero de equipo, un jugador digno del Salón de la Fama y una persona digna del Salón de la Fama. Es un líder increíble todos los días. Desde el Día 1 de los entrenamientos, da la cara y trabaja mucho. Siempre tiene una sonrisa y se porta bien con todos, los jugadores, los coaches, los empleados, la gente en el estadio, los fans”.
Al principio de la carrera de Altuve, los Astros eran un equipo en plena reconstrucción, perdiendo más de 100 juegos en cada una de sus primeras tres campañas en las Mayores. Pero después, llegaron las victorias y las largas trayectorias anuales en octubre/noviembre.
“Nunca imaginé hace 10 años que estaríamos en esta posición”, comentó Altuve. “Pero tuvimos fe en nuestro equipo y nuestra organización para llegar a algunos juegos de playoffs, como estamos ahora. Se siente muy bien. Estamos bien agradecidos como equipo”.
