El Seguro Nacional de Salud (SeNaSa) cerró el año 2024 con un déficit operativo superior a los RD$8,300 millones, un patrimonio profundamente negativo y un volumen de pasivos que duplica el valor de sus activos, de acuerdo con sus estados financieros preliminares al 31 de diciembre del pasado año.
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La entidad publicó sus estados financieros revisados, cambiando los que había alterado la gestión de Santiago Hazím para ocultar la realidad económica de la administradora de riesgo de salud estatal.
Al cierre de 2024, los activos totales de SeNaSa ascendían a RD$11,077 millones, lo que representa una reducción de más de RD$2,150 millones con respecto a 2023, cuando alcanzaron RD$13,235 millones.
Uno de los datos más sensibles es la caída del efectivo en caja y bancos, que pasó de RD$301.5 millones en 2023 a apenas RD$107.2 millones en 2024, una reducción superior al 64%.
Esta cifra expone las limitaciones operativas para enfrentar compromisos inmediatos, en un contexto donde las obligaciones con clínicas, hospitales, laboratorios y suplidores de medicamentos continúan acumulándose.
Aunque SeNaSa mantiene RD$6,383 millones invertidos en instrumentos financieros asociados a reservas técnicas, estos recursos están mayormente colocados en certificados y valores del Estado y del Banco Central, lo que restringe su uso para atender necesidades de liquidez de corto plazo.
Uno de los aspecto más crítico del estado financiero se concentra en los pasivos. Al cierre de 2024, las obligaciones totales alcanzaron RD$22,322 millones, frente a RD$6,985 millones en 2023, un aumento superior a RD$15,300 millones en un solo año.
Este crecimiento está impulsado casi en su totalidad por las reservas técnicas, que se elevaron hasta RD$21,438 millones, principalmente por el aumento de las reclamaciones por prestación de servicios de salud, tanto liquidadas y pendientes de pago, como pendientes de liquidación y los llamados siniestros ocurridos pero no reportados (IBNR).
El propio análisis de antigüedad de las cuentas revela que las reclamaciones médicas pendientes de pago y/o liquidación superan los RD$20,159 millones, una cifra que ilustra la magnitud del compromiso asumido por la ARS estatal frente a los prestadores del sistema.
La consecuencia directa de este desequilibrio entre ingresos y gastos es un patrimonio neto negativo. Aunque SeNaSa mantiene un capital aportado de RD$3,293 millones, las pérdidas acumuladas y del período superan con creces ese monto.
El resultado del ejercicio 2024 arrojó una pérdida neta de RD$8,331 millones, en contraste con el cierre positivo de RD$540 millones registrado en 2023. Con ello, las pérdidas acumuladas superan los RD$14,500 millones, reflejando un deterioro sostenido de la posición financiera de la institución.
Desde el punto de vista estrictamente contable, los pasivos de SeNaSa superan ampliamente sus activos, una condición que en el sector privado equivaldría a insolvencia técnica, aunque en este caso la entidad opera bajo el respaldo implícito del Estado dominicano.
En 2024, los ingresos operativos alcanzaron RD$75,407 millones, un aumento significativo respecto a los RD$60,446 millones de 2023. Este incremento está vinculado principalmente a la expansión del régimen subsidiado y al mayor flujo de aportaciones públicas.
Sin embargo, el crecimiento del gasto médico fue aún más acelerado. Solo en reclamaciones pagadas por servicios de salud, SeNaSa desembolsó RD$63,396 millones, sin contar el efecto de las reservas constituidas por servicios aún no pagados. El resultado es un déficit estructural, donde cada aumento de cobertura genera un costo superior al ingreso que lo financia.









