Moscú.- El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, contribuyó hoy de nuevo a los rumores sobre su caída en desgracia al volver a ausentarse en un acto oficial presidido por el jefe del Kremlin, Vladímir Putin.
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Lavrov, de 75 años, no compareció este miércoles en la reunión entre Putin y el presidente kazajo, Kasim-Yomart Tokáyev, en la Sala de Recepción Verde del Kremlin, según se pudo ver en directo por la televisión.
A la izquierda del líder ruso figuraban varios ministros y el asesor del Kremlin para Asuntos Internacionales, Yuri Ushakov, pero no Lavrov.
Mientras, del lado kazajo sí asistió el jefe de la diplomacia de la mayor república centroasiática, Ermek Kosherbáyev.
El Kremlin dedica desde hace días grandes esfuerzos a refutar cualquier insinuación sobre la inminente defenestración del jefe de la diplomacia rusa desde 2004.
Lavrov, que no participa en un acto público desde su viaje a Minsk el pasado 28 de octubre, ofreció este martes una inesperada rueda de prensa por videoconferencia.
El acto no había sido convocado y sólo pudieron participar los medios oficiales. El ministro mostró un tono mucho más conciliador de lo habitual, especialmente hacia la Casa Blanca.
Al mismo tiempo, se exculpó de la cancelación de la cumbre de Budapest entre Putin y el presidente estadounidense, Donald Trump, de lo que le culpan los medios internacionales por su postura intransigente en Ucrania.
Los rumores sobre su posible renuncia se dispararon cuando el ministro no participó hace más de una semana en la reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de Rusia para hablar de la reanudación de ensayos nucleares.
Además, se supo que Lavrov no encabezará la delegación rusa en la cumbre del G20 que se celebrará a finales de mes en Sudáfrica.
En los últimos años, el jefe de la diplomacia rusa acudía siempre a los eventos internacionales, incluido la reciente Asamblea General de la ONU, en sustitución del presidente.EFE









