Las tensiones entre Estados Unidos y Colombia parecen lejos de enfriarse. Así lo dejó claro este jueves la Casa Blanca, y también el presidente colombiano, Gustavo Petro, quien convocó a una rueda de prensa con medios extranjeros en Bogotá para responder a los ataques de su homólogo estadounidense, Donald Trump.
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En medio de los crecientes rifirrafes entre ambos mandatarios por la guerra antidrogas, Petro presumió desde la Casa de Nariño, sede del Gobierno, de los avances logrados por su administración que, según dijo, ha sido la “más eficaz en la incautación de cocaína de la historia del mundo” y ha desacelerado el crecimiento de los cultivos de coca del 43 % en el periodo 2021-2022 al 3 % entre 2023-2024.
El mandatario reiteró que, desde que Estados Unidos retiró a Colombia de la lista de países que cooperan en la lucha contra el narcotráfico, en septiembre pasado, Trump lo ha “calumniado y ha insultado” al país.
A su juicio, detrás de esa “maniobra” hay una alianza entre Washington y sectores de la “extrema derecha colombiana que vive en Miami”, a los que calificó de “narcotraficantes”, para influir en las elecciones colombianas de 2026 e impedir que la izquierda vuelva al poder.
Petro también restó importancia a las posibles consecuencias de la suspensión de la ayuda financiera de Estados Unidos a Colombia, aunque admitió que los recortes en ayuda militar sí podrían implicar problemas mayores.
“¿Qué pasa si nos quitan la ayuda? En mi opinión nada. Tendremos problemas puntuales, (pero) yo nunca he visto en el presupuesto de Colombia un solo dólar de ayuda”, dijo Petro, que agregó que esos fondos van “a las ONGs que maneja USAID” y que, por tanto, es una ayuda “para ellos mismos, al empleo de los Estados Unidos”.
El mandatario también consideró poco probable que Trump imponga aranceles al petróleo y al carbón colombiano, que representan el 60 % de las exportaciones del país a su principal socio comercial. Estimó que, en el peor escenario, nuevos aranceles afectarían solo al 10 % de las exportaciones totales de Colombia y aseguró, sin dar detalles, que su país podría “hacer esfuerzos de mitigación del daño”.
La nueva crisis
Los lazos entre Bogotá y Washington, históricamente sólidos en comercio, cooperación militar y asistencia económica, atraviesan uno de sus peores momentos desde que Trump regresó a la Casa Blanca en enero.
La nueva crisis escaló el domingo, cuando el mandatario estadounidense acusó a Petro de ser “un líder del narcotráfico” y anunció el fin de la ayuda financiera a Colombia, alegando su supuesta inacción frente a la lucha antidrogas.
El tono subió aún más el miércoles, cuando Trump lo llamó “un matón y un mal tipo” y advirtió que podría tomar “medidas muy serias” contra el país. Washington anunció, además, que ya suspendió todos los pagos y subsidios a Bogotá e informó sobre dos nuevos ataques a lanchas en el Pacífico, cerca de las costas colombianas, que supuestamente transportaban droga.
“No creo que estemos viendo una desescalada por parte del desquiciado líder de Colombia en este momento”, dijo esta mañana durante una rueda de prensa la portavoz de la Administración Trump, Karoline Leavitt.
Bombardeos en el mar
Con los dos últimos ataques en el Pacífico, ya son al menos nueve las embarcaciones bombardeadas por las fuerzas estadounidenses desde que el Pentágono lanzó en agosto una ofensiva antidrogas en el mar Caribe que ha dejado una treintena de muertos.
Petro calificó hoy estos hechos como “ejecuciones extrajudiciales” que, dijo, “rompen el derecho internacional”.
El presidente recordó que su Gobierno ha identificado hasta ahora un colombiano entre las víctimas: un pescador de la ciudad caribeña de Santa Marta, llamado Alejandro Carranza y fallecido presuntamente en un ataque a mediados de septiembre en el Caribe.
Sin embargo, advirtió que podrían ser más los compatriotas muertos, ya que “el lanchero colombiano tiene una mayor proporción que los demás países del Caribe o del Pacífico”.









