INSIDE THE GAMES.- Después de más de tres décadas, la capital japonesa se prepara de nuevo para convertirse en el corazón del atletismo al acoger el XX Campeonato Mundial , una cita prevista del 13 al 21 de septiembre que reunirá a las estrellas más brillantes en un final de temporada marcado por feroces rivalidades.
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El Estadio Nacional, remodelado para los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, volverá a ser el centro de atención del panorama deportivo mundial. Se entregarán 147 medallas en 49 pruebas, junto con un premio total de 8,5 millones de dólares (7,2 millones de euros). Sin embargo, el verdadero drama se desarrollará en la pista: choques generacionales, despedidas de leyendas y la llegada de nuevos talentos destinados a marcar una era. El campeonato comenzará el sábado con las eliminatorias de velocidad y cerrará el domingo 21 con la final femenina de 800 m, nueve días en los que cada sesión promete competiciones de alto voltaje.
El comienzo no pudo ser más explosivo, con los 100 metros masculinos como la prueba inaugural. Noah Lyles , de 28 años, llega como actual campeón mundial y campeón olímpico desde París. El estadounidense llega a Tokio decidido a extender su supremacía, aunque aún no ha ganado una final de sprint corto esta temporada. Su mejor tiempo en 2025 es de 9,90 segundos, fuera del top 10 del año.
En su camino se interponen el jamaicano Kishane Thompson, de 23 años, el hombre más rápido de la temporada con 9.75, y su compatriota Oblique Seville, quien venció a Lyles el pasado agosto en la Liga Diamante de Lausana. La contienda también se verá impulsada por la aparición del joven prodigio australiano Gout Gout, quien, con tan solo 17 años, ha sido considerado el nuevo Usain Bolt. El joven asombró al mundo del atletismo al marcar 9.94 en una competición escolar en Queensland, una actuación que lo catapultó instantáneamente a la élite mundial.
100 m femenino: un cambio de guardia
Los 100 m femeninos prometen la misma intensidad narrativa. Con las eliminatorias el sábado y la final el domingo, Julien Alfred de Santa Lucía, campeona olímpica en París, aspira a un título mundial para completar el doblete y consolidarse entre las grandes. La ausencia de Gabby Thomas por lesión facilita parte del camino, pero el reto sigue siendo formidable con Sha’Carri Richardson, vigente campeona mundial y medallista de plata en París, en la contienda.
Aún más peligrosa es la estadounidense Melissa Jefferson-Wooden, quien lidera las listas de la temporada con 10.65 y posee cinco de los seis tiempos más rápidos de 2025. El evento estará cargado de simbolismo, ya que Shelly-Ann Fraser-Pryce se prepara para su último gran campeonato. La jamaiquina, con cinco coronas mundiales y dos oros olímpicos, es la tercera mujer más rápida de todos los tiempos en los 100 m y busca una despedida a la altura de su legado. Shericka Jackson, medallista de bronce en París, también estará entre las contendientes en una carrera que marcará un cambio de guardia.
400 m vallas masculinos: la búsqueda de redención de Warholm
Los 400 m vallas masculinos son otro espectáculo imperdible. Karsten Warholm , campeón mundial y el único hombre en bajar de los 46 segundos, regresa decidido a olvidar un turbulento 2024, cuando sufrió tres derrotas y tuvo que conformarse con la plata olímpica por detrás del estadounidense Rai Benjamin. El resurgimiento de Warholm ha cobrado forma esta temporada: salvo un tercer puesto en Estocolmo, por detrás de Benjamin y la brasileña Alison dos Santos, el noruego ha ganado sus otras cinco carreras. Ha triunfado tanto en los 300 m como en los 400 m vallas, estableciendo una nueva mejor marca mundial de 32,67 segundos en la distancia más corta.
Esa feroz rivalidad a tres bandas parece que se renovará en Tokio, con la corona olímpica de Benjamin y el título mundial de Dos Santos en 2022 ejerciendo una presión directa sobre Warholm. Cada enfrentamiento entre el trío ha llevado el evento al límite, y Tokio podría ofrecer nuevos hitos. Las eliminatorias están programadas para el lunes 15, las semifinales para el martes y la final para el jueves.
1500 m masculino: la asignatura pendiente de Ingebrigtsen
El clímax de la media distancia masculina llegará en los 1500 m. Jakob Ingebrigtsen , campeón olímpico en este mismo estadio en 2021, llega con una historia de frustraciones: dos medallas de plata mundiales consecutivas en Eugene y Budapest y un cuarto puesto en París. A sus 24 años, regresa de una lesión de Aquiles sufrida en mayo, lo que significa que Tokio será su primera carrera al aire libre del año y la prueba definitiva para ver si puede recuperar su mejor forma.
Los 1500 m se han convertido en una de las pruebas más disputadas de este deporte. El escocés Josh Kerr, campeón mundial de 2023, defiende su corona impulsado por sus victorias previas sobre el noruego. El plusmarquista olímpico Cole Hocker añade otra dimensión, mientras que el excampeón mundial Timothy Cheruiyot y el francés Azeddine Habz, doble ganador de la Liga Diamante esta temporada, también entran en la contienda. Con la ausencia del medallista de bronce olímpico Yared Nuguse, la carrera sigue abierta. Cuatro campeones mundiales diferentes en las últimas cuatro ediciones cuentan la historia de una disciplina más impredecible que nunca. Las eliminatorias se disputan el domingo, y las semifinales y la final la semana siguiente.
Salto de altura femenino: un duelo en los cielos
Tokio también será escenario de un duelo de salto de altura de proporciones cinematográficas entre Yaroslava Mahuchikh y Nicola Olyslagers. La ucraniana, vigente campeona mundial y olímpica, llega con un récord imponente: el año pasado saltó 2,10 m, estableciendo un récord mundial que la confirmó como la reina indiscutible de la prueba. Sin embargo, la australiana Olyslagers, dos veces medallista de plata olímpica, sigue a su acecho. En agosto triunfó en la final de la Liga Diamante en Zúrich con un salto de 2,04 m, no solo encabezando la lista de la temporada, sino también rompiendo los récords de Australia y Oceanía, redefiniendo la narrativa de esta rivalidad.
Mientras estas dos se preparan para un duelo histórico, otras esperan entre bastidores, listas para aprovechar cualquier tropiezo tras saltar los dos metros este año. Entre ellas se encuentran la ucraniana Yuliia Levchenko, la alemana Christina Honsel y la británica Morgan Lake, quien también brilló en Zúrich al establecer un nuevo récord nacional. Con una alineación tan estelar, Tokio promete una batalla en los cielos que podría redefinir los límites del salto de altura femenino. El evento comienza el jueves 18.
400 m femenino: McLaughlin-Levrone entra en un nuevo territorio
Ese mismo día, la final femenina de 400 m será la protagonista. Esta vez, con un giro inesperado: Sydney McLaughlin-Levrone, tras años de dominio en las vallas, donde hizo historia al ser la primera mujer en bajar de 51 segundos, se pasa a la prueba plana. La estadounidense se enfrentará a dos titanes de la prueba: la actual campeona olímpica Marileidy Paulino, de la República Dominicana, y la excampeona mundial Salwa Eid Naser, de Baréin, medallista de plata en París. Entre ambas, ostentan los tres tiempos más rápidos de la temporada: 48.67 para Naser, 48.81 para Paulino y 48.90 para McLaughlin-Levrone, lo que prepara una final que probablemente se decidirá por fracciones.
800 m masculino: persiguiendo el fantasma de Rudisha
Con el campeonato en su recta final, la final masculina de 800 m, el 20 de septiembre, se perfila como otro de los momentos culminantes. El evento podría ver a una generación de atletas acercarse al legendario récord mundial de David Rudisha de 1:40.91, sin batir desde Londres 2012. El panorama es descomunal: el campeón olímpico, el campeón mundial defensor y once hombres que han corrido por debajo de 1:43 esta temporada. El keniano Emmanuel Wanyonyi, de 21 años, es el gran favorito tras conseguir el oro en París y los tres tiempos más rápidos del año. Sin embargo, se enfrentará a Marco Arop, quien le negó el oro en Budapest 2023, así como al medallista de bronce olímpico Djamel Sedjati, recién llegado del podio de la Liga Diamante en Mónaco.
El drama se intensifica con el regreso de Donavan Brazier, campeón mundial en 2019, quien ha superado años de lesiones y ha demostrado su gran forma al ganar el Campeonato de Estados Unidos con su mejor marca personal. Junto a él, una de las historias de la temporada: Cooper Lutkenhaus, de 16 años, quien sorprendió en las pruebas estadounidenses con un tiempo de 1:42.27, un récord mundial sub-18 que lo coloca en el puesto 18 del mundo y aseguró su boleto a Tokio. Su falta de experiencia puede ser una debilidad, pero también podría ser su mayor fortaleza en una carrera donde la audacia y el talento innato serán decisivos. Con semejante participación, el evento bien podría llevar a esta nueva generación al borde de la leyenda.
Tokio 2025 promete un Campeonato Mundial donde las gradas del Estadio Nacional volverán a vibrar al ritmo de la velocidad, el vuelo y la resistencia. La pista será testigo de arcos de redención, despedidas de íconos como Fraser-Pryce y el surgimiento de nuevas estrellas como Gout Gout. En cada sesión, el atletismo conectará pasado, presente y futuro con la intensidad y el dramatismo de los mayores espectáculos deportivos.