Cristina Cabrejas

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Ciudad del Vaticano.- Los fieles católicos LGTBIQ+ han conseguido que en este Año Santo haya espacio para ellos y han sido incluidos en la agenda oficial del Jubileo con varios actos que reunirán a más de 1.300 personas, con una esperada peregrinación para pasar por la Puerta Santa de la basílica de San Pedro.

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Aunque matizan que no se puede llamar el Jubileo de los LGTBIQ+, al no ser un gran evento jubilar, como, por ejemplo, el de los Jóvenes o los Pobres, sino una de las innumerables peregrinaciones organizadas espontáneamente por parroquias, diócesis y organizaciones católicas, están seguros que algo está cambiando en la Iglesia.

Si en un primer momento no se incluyó en la agenda, posteriormente los organizadores lo hicieron, aunque sin el acrónimo LGBTQI+. Oficialmente, el evento se denomina “Peregrinación de la asociación ‘La Tenda di Gionata’ (‘La Tienda de Jonatán’)”, los organizadores junto a otras asociaciones de fieles y de padres con hijos gays.

“No iremos allí para celebrar un desfile del Orgullo, ni para hacer reivindicaciones, porque no buscamos la confrontación. No buscamos una manera de hacernos visibles. Obviamente, somos conscientes de nuestras dificultades, pero somos cristianos, bautizados como todos los demás, y tenemos el derecho y el deber, de manifestar nuestra fe. Y por eso haremos esta peregrinación”, explica a EFE Tiziano Fani Braga, impulsor de la iniciativa.

Además de atravesar la Puerta Santa como todos los peregrinos, lo que consideran el punto más importante, también lo es “la comunión que se creará durante la vigilia y la misa, porque serán los momentos de mayor oración, en los que nos encontraremos con personas de todo el mundo que, digamos, han realizado trabajo pastoral, incluso con gran dificultad”.

Fani revela que han recibido críticas y amenazas por esta iniciativa, pero destaca que “la Iglesia no es solo una institución; la Iglesia también somos nosotros, quienes creamos esta celebración, quienes creamos estos momentos de oración juntos”.

Y explica que no se esperaban una participación tan numerosa ya que se han registrado por ahora cerca de 1.300 personas procedentes de 40 países.

“La Iglesia sale del armario”

El español Luisma González, teólogo y colaborador de Chrismon, una de las asociaciones que representan a la comunidad LGTBI en España, también viajará a Roma con un grupo numeroso y asegura que este peregrinaje “es un punto de inflexión, es reconocer que esta es nuestra casa, que estamos, que existimos. Y vamos con la fe y la ilusión de todo peregrino a la casa común que está en Roma”.

“Nos abren las puertas para pasar como a cualquier hijo o hija de la iglesia y bueno, vamos esperanzados, vamos ilusionados. Y yo creo que esa visibilidad saca a la iglesia del armario”, destaca.

Para este teólogo, en la acogida a la comunidad LGTBIQ por parte de la Iglesia “no hay una vuelta atrás”. “Yo creo que es el momento de mirar hacia adelante con una mirada esperanzada, de poner nombre y rostro a una realidad que ha estado invisibilizada y perseguida”, añade.

El próximo viernes, cómo en cualquier peregrinación, tendrá lugar una vigilia de oración en la Iglesia del Gesù, en el centro de Roma, donde al día siguiente el vicepresidente de la Conferencia Episcopal italiana, Francesco Savino, celebrará una misa y luego tendrá lugar la peregrinación propiamente dicha hasta la Puerta Santa de la basílica de San Pedro.

El sacerdote estadounidense James Martin, defensor de los derechos de los homosexuales y transgénero en Estados Unidos, estará presente y organizará una reunión en la Curia General de los Jesuitas, y tambuén participará el padre Andrea Conocchia, párroco de Torvajanica, quien llevó a personas transgénero de la costa romana a las audiencias del papa Francisco.

Para muchos de ellos, Francisco abrió la puerta, y ahora esperan que León XIV la deje abierta aunque aún no se haya expresado sobre el tema. “León, en mi opinión, será más pragmático, pero creo que dejará bien claros algunos punto. Esa es mi esperanza. Dejémosle tiempo”, añade Fani.  EFE