El café es una de las infusiones más populares del mundo. Se estima que cada día más de 2,250 millones de personas disfrutan de una taza humeante en algún rincón del planeta.
Ahora, un nuevo estudio de la Universidad de Tufts, en Estados Unidos, sugiere que tomar café negro —sin grandes cantidades de azúcar ni grasas— se asocia con un menor riesgo de mortalidad por cualquier causa. Sin embargo, este beneficio disminuye cuando se le agregan endulzantes o grasas.
La investigación, publicada en The Journal of Nutrition, analizó los hábitos de consumo de café de 46,000 adultos estadounidenses durante casi dos décadas, vinculando los datos con los registros nacionales de mortalidad.

“El consumo de una a dos tazas de café con cafeína al día se vinculó con un menor riesgo de mortalidad por todas las causas y por enfermedades cardiovasculares”, indicaron los investigadores de la Escuela de Ciencias y Políticas de la Nutrición Gerald J. y Dorothy R. Friedman.
¿Cuánto café es recomendable?
Tanto la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) como la FDA estadounidense coinciden en que un consumo moderado de cafeína —hasta 400 mg diarios, equivalentes a 3 a 5 tazas de café— es seguro para la mayoría de los adultos. En embarazadas y lactantes, el límite recomendado se reduce a 200 mg por día.
El profesor Fang Fang Zhang, autor principal del estudio y docente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Tufts, subrayó: “El café es una de las bebidas más consumidas en el mundo, y dado que casi la mitad de los adultos estadounidenses afirma beber al menos una taza al día, es importante comprender sus posibles implicaciones para la salud”.
Zhang añadió que los beneficios del café podrían atribuirse a sus compuestos bioactivos, pero advirtió que la adición de azúcar y grasas saturadas podría reducir esos efectos positivos.

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¿Qué dice la evidencia previa?
En diciembre de 2024, una revisión científica liderada por la Universidad de Coimbra, en Portugal, y publicada por Infobae, concluyó que tomar entre dos y tres tazas diarias podría reducir en un 17 % el riesgo de muerte, especialmente en personas mayores de 65 años.
La revisión —que examinó más de 50 estudios de Europa, América, Australia y Asia— destacó el papel de la cafeína y los ácidos clorogénicos como antioxidantes que mitigan el daño celular y apoyan el envejecimiento saludable.

“El efecto del café sobre la longevidad parece implicar una sinergia entre la cafeína y otros compuestos, especialmente los ácidos clorogénicos”, explicó Rodrigo Cunha, profesor de Bioquímica y autor principal del estudio portugués.
Cunha también enfatizó que el café no actúa solo: “Es esencial una hidratación adecuada, una dieta equilibrada, buen descanso y ejercicio regular para preservar la calidad de vida con el paso del tiempo”.
¿Cuál es el tipo de café más saludable?
El equipo de Tufts encontró mayores beneficios en quienes consumían café negro sin azúcar o con una cantidad mínima: menos del 5 % del valor diario recomendado (es decir, menos de 2.5 gramos por taza de 237 ml, o media cucharadita de azúcar).
Para las grasas saturadas, el umbral saludable fue de 1 gramo por taza, equivalente a cinco cucharadas de leche al 2 %, una cucharada de crema ligera o una de mezcla «mitad y mitad».

El consumo diario de una a tres tazas de café se asoció con una reducción de entre 16 % y 17 % en el riesgo de mortalidad por cualquier causa. No se observaron beneficios adicionales al superar las tres tazas diarias.
En cambio, el café con altos niveles de azúcar, crema o leche entera —así como el café descafeinado— no mostró beneficios significativos, posiblemente por su menor consumo en la muestra estudiada.
Consideraciones del estudio
El estudio se basó en datos autoinformados de recordatorios dietéticos de 24 horas, lo que puede introducir errores por variabilidad en el consumo diario. Además, al ser un estudio observacional, no establece causalidad directa.

La investigación utilizó información de nueve ediciones consecutivas de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (NHANES) entre 1999 y 2018, y fue financiada por el Instituto Nacional de Salud de las Minorías y Disparidades en la Salud (NIH).
“Pocos estudios han examinado cómo los aditivos del café podrían influir en su relación con la mortalidad. Nuestro estudio es uno de los primeros en cuantificar la cantidad de azúcar y grasa añadida”, afirmó Bingjie Zhou, primer autor del trabajo.
Fuente: infobae