Luis Miguel Pascual
París.– El italiano Jannik Sinner, número 1 del mundo, y el español Carlos Alcaraz, número 2, protagonizarán la primera final de Roland Garros entre dos jugadores nacidos en este siglo y los llamados a marcar la hegemonía de los próximos años.
El transalpino impuso el ímpetu de sus 23 años al serbio Novak Djokovic, 6-4, 7-5 y 7-6(3), incapaz de seguir el nivel de su rival y apartado de la caza de su 25 Grand Slam, el cuarto en París.
Alcaraz tuvo más problemas para derrotar al italiano Lorenzo Musetti, 4-6, 7-6(3), 6-0 y 2-0, que tras anotarse el primer set y pelear el segundo, sintió problemas físicos que le impidieron acabar el partido.
Será una final entre dos jugadores que no han perdido ninguna en Grand Slam. La primera final en París para Sinner, la cuarta en Grand Slam, la tercera consecutiva, en busca de su cuarto título, mientras que el español buscará revalidar la corona y sumar su quinto grande en otras tantas finales.
Será el duodécimo duelo entre los dos jugadores, con siete victorias del español, que encadena cuatro victorias, la última en al final del Masters 1.000 de Roma de hace unas semanas.
Sinner, el primer finalista en París desde Adriano Panetta en 1976, ha impuesto un tenis arrollador, no ha perdido un set, solo ha dejado escapar 53 juegos y apenas ha pasado en pista menos de trece horas en pista.
Encadena 20 victorias en Grand Slam y esta temporada solo ha perdido un partido.
Arrolló a un Djokovic que creía haber recuperado el nivel de sus años de gloria, pero que se estrelló un jugador varios escalones por encima suyo, el primero que le derrota en Roland Garros desde que lo hiciera en los cuartos de final de 2022 Rafa Nadal.
El centésimo torneo que levantó en Ginebra justo antes de viajar a París, y la centésima victoria que consiguió en Roland Garros, la exhibición de cuartos de final contra el alemán Alexander Zverev, número 3 del mundo, no fueron más que un espejismo que le hicieron pensar que podía seguir batallando con la joven generación. Sinner le puso los pies en el suelo.
Difícil parece ahora que el serbio pueda sumar un 25 Grand Slam a su palmarés, el sueño que, asegura, le hace seguir motivado en las pistas a sus 38 años.
El nivel de Sinner es tal que se antoja que solo el español Alcaraz puede amenazarlo.
El número 2 del mundo comparecía en su semifinal tras haber mostrado un gran nivel contra el estadounidense Tommy Paul. Pero ante el italiano Musetti, el único que este año le ha hecho sombra en número de victorias sobre tierra batida, no tuvo una papeleta fácil.
Alcaraz, que había derrotado al italiano en los dos choques anteriores este año, final de Montecarlo y semifinal de Roma, no comenzó arrollador, no supo aprovechar las ocasiones que tuvo, mientras el italiano le plantaba cara y le arrebató el primer set, el cuarto que se le escapa al de Murcia desde que comenzó el torneo.
Obligado de nuevo a remar contracorriente, el campeón se aferró al duelo en un segundo set ajustado, que se apuntó en un juego de desempate. Ahí tornaron las cosas. Musetti comenzó a no sentirse bien y los juegos caían del lado del español, que se apuntó el tercer set en blanco, antes de que el transalpino arrojara la toalla. EFE