MILWAUKEE – Jackson Chourio ahora no tiene hits en sus últimos 18 turnos tras irse en blanco el domingo, pero aún así encontró la manera de jugar un papel protagónico en la victoria de los Cerveceros.
El espectacular robo de jonrón de Chourio saltando en la pared en el octavo inning del triunfo 5-2 de los Cerveceros sobre los Mellizos en el American Family Field salvó el partido para Milwaukee y puso fin a la cadena de 13 juegos ganados en fila de Minnesota.
Para los Cerveceros, el primer obstáculo era anotar algunas carreras. Viniendo de derrotas por blanqueada en cada uno de los últimos dos juegos y en cuatro de sus últimos cinco – un tramo sin precedentes en la historia de la franquicia – se ganaron una ovación de pie cuando el sencillo de Sal Frelick en el segundo inning trajo la primera rayita de Milwaukee en 20 innings. Y hubo más aplausos en el tercero cuando un rally con dos outs produjo tres carreras más para poner la pizarra 4-0.
Pero la ventaja se había reducido a 4-2 para el octavo cuando Royce Lewis, con un corredor en base y ya un jonrón en su cuenta el domingo, bateó un largo elevado hacia la pared entre el jardín izquierdo y el central en el octavo. Chourio corrió y calculó su salto a la perfección para robarle el bambinazo. Lewis se quitó la gorra en señal de respeto por la jugada.
Fue un momento destacado muy necesario para Chourio, quien tuvo problemas en el jardín central en la última gira de los Cerveceros y solo está jugando allí porque dos patrulleros con calibre de Guante de Oro, Garrett Mitchell y Blake Perkins, están en la lista de lesionados.
