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China y la CELAC celebran mañana foro ministerial para tratar el rumbo de su relación

Pekín, 12 may (EFE).- Pekín se prepara para acoger mañana martes la IV Reunión Ministerial China-CELAC, un foro de ministros de Exteriores en el que Latinoamérica revelará si está dispuesta a seguir acercándose a la potencia asiática frente a un Estados Unidos más beligerante que nunca.

La cita se celebra con la presencia inédita de los presidentes de Brasil, Chile y Colombia, además del anfitrión, Xi Jinping, quien abrirá el encuentro con un discurso que previsiblemente trazará las líneas maestras de la política china en la región.

El gigante asiático busca cimentar unas relaciones en expansión pero amenazadas por Estados Unidos: Latinoamérica se ha vuelto un terreno crucial de competencia entre Washington y Pekín, que en los últimos años pero especialmente ahora tras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca se ofrece como un contrapeso global amable y de no injerencia frente al renovado tono agresivo de EE.UU.

China, contra los “patios traseros”

Para Pekín, Latinoamérica y el Caribe están construyendo “su propio hogar” y no son el patio trasero de nadie: “Son una parte importante del sur global, con un gran potencial y perspectivas de desarrollo y también una fuerza importante para la paz y el desarrollo mundiales”, afirmó el domingo en rueda de prensa el viceministro chino de Exteriores Miao Deyu.

Durante la tarde tendrá lugar la sesión plenaria del foro, en la que China estará representada por su titular de Exteriores, Wang Yi, y en el que además de los citados mandatarios han confirmado su presencia 17 cancilleres.

Al término de la sesión, está previsto que se dé a conocer una declaración conjunta.

Los temas principales de la reunión serán “Interconexión eléctrica y energías renovables” e “Integración comercial”, dos epígrafes que se alinean con dos objetivos clave de China en América Latina: promover su iniciativa de las Nuevas Rutas de la Seda (BRI, por sus siglas en inglés) y asegurarse el acceso a valiosos recursos naturales de la región como el litio, las tierras raras, el petróleo o el cobre.

La Ruta de la Seda pasa por América

Con las Nuevas Rutas, el gigante asiático pretende generar una red comercial internacional y extender su influencia a nivel global a través de la construcción de infraestructuras. La iniciativa ha generado entusiasmo por las oportunidades de desarrollo que ofrece pero también escepticismo por los riesgos de endeudamiento excesivo y la dependencia de Pekín que conlleva.

Aunque la mayor parte de los países latinoamericanos se han adherido al BRI, su avance en la región está de nuevo en jaque con la llegada de Trump y de su secretario de Estado, Marco Rubio, de origen cubanoamericano y enemigo acérrimo de los regímenes comunistas, y por tanto de cualquier proyecto que lleve a que uno de ellos gane peso en el continente americano.

De momento, EE.UU. ya logró en febrero que Panamá abandonase las Nuevas Rutas, a las que ahora se espera que se sume Colombia, cuyo presidente, Gustavo Petro, asistirá a la reunión de cancilleres y podría formalizar la adhesión de su país durante esta visita.

En cualquier caso, China aspira a asegurarse de que el comercio con Latinoamérica, que ha florecido con rapidez en la última década, no sufra los vaivenes de la guerra comercial iniciada por Trump. Además, los mercados latinoamericanos son una de las grandes alternativas para Pekín, que en los últimos años ha tratado de aumentar y diversificar sus exportaciones en varias regiones.

Maratón de bilaterales

En 2015, China se planteó como meta alcanzar un comercio bilateral anual de 500.000 millones de dólares y una inversión acumulada de 250.000 millones en la región de América Latina y el Caribe diez años más adelante.

Según datos oficiales, entre enero y septiembre de 2024, el comercio bilateral alcanzó 427.400 millones de dólares, con un aumento interanual del 7,7 %.

Hoy, en la antesala de la reunión el jefe de la diplomacia china, Wang Yi, protagonizó una maratón de reuniones con sus homólogos de varios países, entre ellos Colombia, Uruguay, Cuba, Nicaragua, Venezuela o Uruguay, cuyos representantes expresaron su deseo de seguir promoviendo la cooperación con Pekín pese a los vaivenes geopolíticos.

“Se deben fortalecer los lazos entre América Latina y el Caribe y China, debemos trazar objetivos comunes, trazar un camino donde podamos aumentar la inversión extranjera directa desde China hacia la región y que nosotros también podamos contribuir”, aseveró en uno de los encuentros la canciller de Colombia, Laura Sarabia. EFE

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