Los Houston Rockets sobrevivieron a la amenaza de la eliminación a manos de los Golden State Warriors, a los que este miércoles derrotaron 131-116 con una exhibición en el primer tiempo con la que pusieron el 2-3 en la serie, forzando el sexto partido.
Rockets (segundos) y Warriors (séptimos) jugarán esa nueva final este viernes en San Francisco.
Los Rockets dejaron el partido visto para sentencia en el segundo cuarto, cuando los titulares de los Warriors parecieron bajar los brazos al verse 30 puntos abajo. El resultado era tan claro que los dos entrenadores sentaron a los titulares en el tercer cuarto.
Pero Ime Udoka tuvo que terminar el partido con los titulares en cancha para asegurar la victoria frente a los suplentes de los Warriors, que habían logrado reducir de 31 a 13 su ventaja en el último cuarto.
Mal sabor de boca para Houston tras el dominio exhibido en el primer tiempo.
A los Rockets les lideró Fred VanVleet con 26 puntos, Amen Thompson con 25 y Dillon Brooks con 24. Alperen Sengun terminó con 15 puntos, 9 rebotes y 9 asistencias.
Para los Warriors, el mejor fue Moses Moody con 25 puntos y 9 rebotes. Stephen Curry se quedó con 13, mientras que Jimmy Butler anotó 8.
Los Warriors aún tienen el factor cancha en la serie gracias al partido que ganaron en Houston, el primero de la serie.
En el sexto partido el jueves en California los Warriors jugarán para liquidar la serie y clasificarse para las semifinales del Oeste, mientras que los Rockets buscarán llevar la eliminatoria al séptimo partido en Houston.
Exhibición con susto
Los Houston Rockets estaban con la soga al cuello. Segundos en el Oeste durante la temporada regular, los Rockets necesitaban ganar hoy en Houston para no caer eliminados a manos de los Golden State Warriors en la primera ronda del ‘playoff’.
Se hicieron fuertes en defensa, desesperando a Stephen Curry y sus compañeros que dilapidaron posesión tras posesión, y mostraron mucha disciplina en ataque, quizás su mayor debilidad.
Al descanso, los Rockets iban con un 69,4 % de acierto en tiros de campo y un 60 % en triples. El resultado era de 76-49 y el segundo tiempo pintaba a trámite.
De hecho, Houston había llegado a tener una máxima diferencia de 30 puntos tras empezar el segundo cuarto con un parcial de 12-0 y dejar a los Warriors sin anotar durante casi 7 minutos y medio.
Tras ese +30, los Warriors lograron reducir a +20 la ventaja de los Rockets, pero no dieron para más.
Un robo de Amen Thompson a Curry, culminado con un mate y un 2+1 tras falta de Jimmy Butler, expuso el colapso hoy de los Warriors.
Fue efectivamente un trámite, el segundo tiempo. También lo vería así Steve Kerr, que desde el ecuador del tercer cuarto sentó en el banquillo a Curry, Butler, Draymond Green y Brandin Podziemski, dando descanso a sus titulares pensando en el sexto partido.
También Ime Udoka daría descanso a sus titulares, dejando los dos equipos en manos de sus suplentes.
Pero el banquillo de los Warriors dio un susto a los Rockets en el último cuarto, recortando la distancia hasta los 13 puntos, lo que forzó a Udoka a volver a alinear a sus titulares mientras Kerr siguió confiando en los suplentes.
Los Rockets lograron así frenar la sangría y estabilizar el juego, cerrando el partido 131-116. EFE