Alex Stumpf/MLB.com
ANAHEIM — El dominicano Oneil Cruz no podía recordar quién fue el último receptor que lo puso out en intento de robo. Tras una pausa, este reportero le dijo que fue el venezolano William Contreras de los Cerveceros.
Cruz continuó y preguntó si había sido en el 2022. No, pero fue hace más de un año, el 22 de abril del 2024.
La noche del miércoles en el Angel Stadium, Cruz se robó su 11ma base, líder de Grandes Ligas, siendo su 31er intento de robo exitoso en forma consecutiva, remontándose a un año calendario completo. También añadió un larguísimo cuadrangular de 463 pies por el jardín central, aportando la ofensiva detrás de la brillante presentación de nueve ponches de Andrew Heaney para guiar a los Piratas a una victoria por 3-0 sobre los Angelinos.
Para Cruz, registrar un jonrón y una base robada se está convirtiendo en algo cotidiano. El miércoles fue la cuarta vez que suma al menos uno de cada uno en el mismo juego este año. Es apenas la vigésima vez desde 1901 que un jugador de los Piratas ha tenido cuatro partidos en una misma temporada cumpliendo ese criterio.
Y la campaña apenas tiene 25 partidos de iniciada.
El quisqueyano fue catalogado como poseedor de una combinación élite de poder natural y velocidad mientras subía por las menores. Ahora, podría terminar teniendo una temporada ofensiva diferente a cualquier otra lograda por un Pirata.
“El enfoque está en el trabajo duro, claro”, comentó Cruz sobre de dónde obtiene su confianza. “Muchos consejos de veteranos como [Andrew] McCutchen y Tommy Pham y el trabajo que he estado haciendo, día tras día”.
Su swing está en un gran momento, y el manager Derek Shelton tiene la confianza para ponerlo en la cima de la alineación, añadiendo finalmente un bateador estable y productivo a un puesto que les había estado dando problemas.
Y cuando se trata de robar bases, bueno, necesitas tener confianza para intentar robarte una almohadilla.
“Es determinación no sólo en su habilidad para correr, sino en T-Brock [el coach de primera base Tarrik Brock] en lo que está viendo y lo que está pasando”, comentó Shelton.
Cruz está coqueteando con la historia durante esta racha de bases robadas. Desde que ‘atrapado robando’ se convirtió en una estadística oficial en 1951, el único Pirata con una seguidilla más larga de robos sin ser capturado fue Tony Womack, quien hilvanó 32 en 1997. Los Piratas también reconocen una racha de 37 bases robadas consecutivas de Max Carey, que fue desde 1922 hasta 1923.
Cruz tiene una velocidad impresionante, ubicándose en el percentil 92do con sprint promedio de 28.8 millas por hora. Y lo más importante es que se siente como antes de su cirugía en el tobillo izquierdo en el 2023. Había interrogantes después de su fractura, de que quizás no sería tan dinámico en las bases cuando regresara, y la gravedad de la lesión significaba que no estaría a máxima velocidad en su primer año de regreso. Los Piratas lo impulsaron más adelante durante la campaña pasada a empezar a correr más, y eso se está traduciendo en bases robadas ahora.
“Ahora mismo, siento que estoy en un muy buen momento corriendo”, añadió Cruz. “Parecido al 2022. El año pasado fue difícil. Como ya saben, estaba pasando por problemas con el tobillo y tratando de regresar, mientras que ahora mismo, me siento como en el 2022 en cuanto al corrido de bases”.
Luego, por supuesto, estuvo el bambinazo. El abridor de los Angelinos, Jack Kochanowicz, dejó colgado un slider, y Cruz no lo perdonó, enviándola hasta la mitad del fondo negro del jardín central. Con 463 pies, fue el vuelacerca más largo de la temporada para un Pirata, y el cuarto más grande de un jugador visitante en el Angel Stadium en la era de Statcast (desde 2015).
Una cosa es saber que Cruz tiene el poder para enviar una bola a otro planeta, pero otra es verlo en acción.
“He estado en este estadio muchas veces y he visto muy pocas bolas bateadas tan lejos”, dijo Shelton.
Durante la mayor parte del 2025, los Piratas han hablado sobre la necesidad de encontrar una chispa ofensiva. Lo han estado haciendo mejor últimamente, y tener a Cruz en la cima de la alineación ciertamente puede ser un catalizador. Después de todo, un jonrón, una base robada y una victoria suena como un día perfecto en la oficina.
Para Cruz, estaría feliz sólo con lo tercero.
“No importa si me voy de 4-0 y mi equipo gana”, culminó Cruz. “Sólo quiero lograr que mi club consiga algunas victorias y ganar algunos juegos”.
