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Reclaman salvar el río Tireo en La Vega

Francisco Medrano

La Vega. El río Tireo, acuífero que nace entre las montañas del municipio que lleva su mismo nombre en territorio de la provincia La Vega, languidece hacia su desaparición, producto de la tala de árboles y diversas acciones contaminantes ligadas a tareas agrícolas.

Así lo plantean representantes de la organización social Salvemos el Río Tireo, entidad que agrupa a varias personalidades, instituciones sociales y religiosas; quienes afirman que, en los actuales momentos, las autoridades no hacen nada para rescatar este recurso natural, pese a tener amplios conocimientos de los problemas que le afectan.

“El problema más grave lo tenemos en lo que son los desmontes de los árboles, que a diario personas se han dado a tarea de ir desmontando lo que es la zona de Cruz de Cuaba, El Paragua, La Escuchadera y el Café de donde nacen nuestros ríos”, revela Larimar Suriel, miembro activa de Salvemos el Río Tireo.

El municipio de Tireo está enclavado en un valle de las alturas de la Cordillera Central. Es una demarcación que bien se puede definir como un lugar de ensueño, por toda la belleza natural que le rodea.

Tiene una temperatura agradable, que se mantiene estable casi los 12 meses del año, lo que le permite el desarrollo de una importante y diversa actividad agrícola todo el año.

En gran medida, los males que afectan el río Tireo, están relacionados a esta actividad, debido a que gran parte de sus montañas han sido deforestadas para incorporar grandes porciones de terreno a la agricultura.

Aquí nosotros tenemos una agricultura, que producimos los 12 meses del año. Sin en esta navidad no se hubiese importado papas, la única papa que se iba a comer es la papa que nosotros producimos”, es el planteamiento de Cristino Candelario, presidente del Consejo Contra la Pobreza Extrema y defensor de las actividades agrícolas.

El dirigente social, asegura que en Tireo hay personas que se oponen a la agricultura, pero desconocen el impacto social que esto traería, debido a ellos producen comida para el pueblo y generan empleos en la zona.

“Porque el que vive de un sueldo, del gobierno o una fundación le va a afectar que el río baje sucio, o que el de arriba trabaje; va a querer que la parte de arriba esté verde para el día él tenga de vacaciones, venir a vacacionar para el lado verde, pero el otro que no tiene ni un sueldo, tiene que vivir de su agricultura”, apunta Cristino, quien agregó que la deforestación siempre ha existido en Tireo.

Como un ecocidio, o muerte intencional a un recurso natural, califican comunitarios, el avanzado estado agónico del río Tireo, recurso hídrico que, desde su cuenca; hasta su desembocadura, sufre todo tipo de ataque humano.

La realidad palpable es que el río está a punto de desaparecer fruto de décadas de sistemáticos ataques humanos.

En la zona conocida como Cruz de Cuaba se observan grandes áreas de terrenos completamente deforestados, como resultado de decenas de años de tala de árboles para incorporar las tierras a la agricultura.

Estas porciones de terrenos pasan por una visible etapa de desertificación, producto de la deforestación, perdida de la capa vegetal y menos producción de lluvias.

“Y necesitamos que nos ayuden, que por favor vengan en nuestro auxilio, estamos como un paciente cuando está en un estado de coma; ya agonizando, porque nuestro río está agonizando”, es el clamor de Larimar Suriel.

Otro capítulo dentro de los daños medioambientales, y los efectos negativos ligados a la intensiva agricultura que causan danos al río Tireo, es la extracción de aguas subterránea con bombas sumergibles, método que afecta pequeños arroyos que confluyen al río Tireo.

Son diversas las cantidades de motobombas que se observan en cada finca, estructuras que extraen agua del subsuelo, la bombean hacia estanques o reservorios y desde estos lugares se usan para irrigar los sembradíos.

Algunas motobombas también se alimentan de la poca agua que fluye por el río.  Los agricultores colocan pequeñas represas en piedra para juntar el agua que las bombas puedan expulsar.

Estas acciones dan como resultado que el caudal del río Tireo se vea casi seco en su totalidad, junto a gran cantidad de sedimento y lodo que baja de las montañas.

“Y no tenemos la conciencia del valor de agua, y la necesitamos; aunque se produce la agricultura con el agua, estamos maltratando el río y en poco tiempo no tendremos río ni tendremos agricultura”, reflexiona Cristóbal Belén, párroco de Tireo.

El religioso, aboga por la implementación de acciones que permitan una convivencia entre agricultores y la sobrevivencia del afluente, pero siempre ajustado al respeto de las leyes y el orden.

Las actividades contaminantes que causan la muerte de este recurso hídrico, continua con el vertido de todo tipo de desechos sólidos y residuales, prácticas humanas que hacen inservibles estas aguas, las cuales corren sucias, llenas de escombros y sedimento, con un caudal disminuido a lo más mínimo.

Por todos lados es visible la presencia de grandes cantidades de plásticos de consumo en el hogar, trozos de madera, metales, ropa vieja, envases de insumos agrícolas y tuberías de desagües de empacadoras de alimentos.

“También tenemos el problema de la extracción de arena en nuestra comunidad, eso es un problema Uno A, que lamentablemente con la muerte de Francisco Ortiz, nosotros entendíamos que se podía llegar a una solución por parte del gobierno, pero nos dios cuenta que ni la muerte de ese mártir, hizo ruido en el país”, afirma Larimar. l

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