Ginebra.- La reciente decisión de cerrar la Agencia para el Desarrollo Internacional de EEUU (USAID) por parte de Elon Musk ha caído como un jarro de agua fría en Ginebra, sede de múltiples agencias de la ONU, pero al mismo tiempo el magnate mantiene su influencia en otra de estas instituciones, clave para la futura regulación de los vehículos autónomos y eléctricos.
En su nuevo rol como director del Departamento de Eficiencia Gubernamental de EEUU, Musk ha anunciado una paralización de fondos de ayuda que puede reducir la acción de múltiples agencias humanitarias de Naciones Unidas y ONG, pero como presidente de Tesla, necesita estar presente en otra institución de la ONU: la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (UNECE).
Como otras empresas automotrices, Tesla participa a través de las asociaciones sectoriales en las reuniones que celebra periódicamente UNECE para crear las normativas del sector.
“Tesla es especialmente activa en las cuestiones ligadas con la asistencia a la conducción y un poco menos en los que conciernen a los vehículos autónomos”, indicó a EFE el portavoz de UNECE Jean Rodriguez.
La conducción autónoma “es un sector estratégico que al mismo tiempo entraña ciertos riesgos que obligan a tomar medidas reglamentarias”, subrayó Rodriguez, recordando que UNECE trabaja en la regulación del transporte terrestre desde 1952, cubriendo desde cuestiones de seguridad a medioambientales.
El diario Tribune de Genève llegó a asegurar en días recientes que Tesla ejerce presiones en las negociaciones a través de lobistas, algo que no quiso confirmar UNECE, señalando que son los gobiernos, no las empresas, las que a la postre aprueban las regulaciones y la labor de las firmas es a menudo señalar qué tipo de normas serían factibles y cuáles no.
UNECE comenzó a trabajar en futuras normas para la conducción autónoma en 2015 y a menudo sus regulaciones llegan antes de la verdadera aparición de las innovaciones en los mercados: por ejemplo, ya en 1996 introdujo las primeras normas para vehículos eléctricos.
Según la prensa ginebrina, Musk necesita aún una importante presencia en la ciudad para poder dar a Tesla un impulso que necesita de forma urgente tras un año 2024 marcado por fuertes altibajos de la firma en Bolsa, donde su valor llegó a caer un 30 %.
El Cybertruck, vehículo lanzado por la firma del magnate a finales de 2023, no logró el éxito comercial deseado y obligó a Musk a acelerar el lanzamiento de su nuevo proyecto, el robot-taxi Cybercab, completamente autónomo y que se prevé podría estar en el mercado el próximo año, aunque para circular, al menos en Europa, deberá cumplir unas normas que aún están negociándose en UNECE.
Las agencias humanitarias de la ONU en Ginebra no son las únicas instituciones multilaterales en la ciudad cuya labor futura puede verse perjudicada con la nueva Administración de Donald Trump: otro claro ejemplo es la Organización Mundial de la Salud (OMS), de la que EEUU podría salir en el plazo de un año, o la Organización Mundial del Comercio (OMC), afectada por las guerras arancelarias de sus miembros. EFE