Pedro René Almonte
Los partidos políticos vienen construyendo un camino decadente desde hace años, la falta de respuesta a los problemas de los ciudadanos, más el restriego facial de privilegios y opulencia, que los políticos le hacen a los ciudadanos de a pie, pues no ayuda mucho a la causa, en pos de preservar el sistema de partidos políticos y la democracia.
Si el hartazgo de algunos , por los políticos y todo lo que ellos representan , no era suficiente, pues ahora hay que sumar el «tablazo» que le dio el Tribunal Constitucional (TC) al sistema de partidos políticos, con la modificación de los artículos 156 y 157 de la ley 20-23 Orgánica del Régimen Electoral.
En tal sentido, ¿qué es lo nuevo tras la modificación de ambos artículos de dicha ley?, bueno, que dicho en términos llanos se saltan a los partidos políticos para que un dominicano pueda ser elegido, bajo el argumento de que dichos artículos vulneraban varias disposiciones constitucionales, como son: el principio de pro participación; el derecho fundamental a elegir y ser elegible; principio de razonabilidad y el principio de pluralismo político. Por lo tanto, el TC sustituyó en el artículo 156, agrupaciones políticas por agrupaciones cívicas o sociales surgidas en ocasión a los procesos electorales y podrán ser de naturaleza espontánea y sin ningún requisito previo de inscripción. Algo así como que una nueva marcha verde proponga a un candidato presidencial. También en el artículo 157, el TC obvia que la candidatura independiente tenga una organización de cuadros directivos como los partidos políticos, sino que basta con presentar ante la Junta Central Electoral (JCE) una organización directiva y un programa de gobierno definido para el periodo en que hayan de presentarse.
De modo que, si bien es cierto que el sistema de partidos políticos aun goza de una relativa fortaleza, no menos cierto es que cada vez es menos fuerte, y con ese uppercut en la quijada que le acaba de propinar el TC, cualquiera se tambalea.
Aquí podemos sacar dos cosas , una positiva y una negativa : la positiva es que los políticos tendrán que hacer mejor sus tareas porque si todo queda así , los ciudadanos podrán elegir a un outsider que no tenga nada que ver con partidos políticos , por lo tanto los políticos tendrán que demostrar que son mejores que el otro camino . La negativa es que este independiente, podría ser independiente a los intereses de los dominicanos, pero dependiente de cualquier potencia extranjera que quiera por ejemplo: resolver el problema haitiano en territorio dominicano.
¡Cuidado!