Carlos McCoy
La República Dominicana ha sido históricamente un país dependiente de su diáspora, tanto en términos económicos como políticos. Las remesas enviadas por dominicanos en el exterior han sido fundamentales para el sustento de muchas familias y el dinamismo de la economía local.
Sin embargo, existe una relación preocupante que debe ser explorada entre la creciente abstención electoral de la diáspora dominicana y un posible impacto en las remesas que fluyen hacia el país.
Este trabajo busca analizar cómo el distanciamiento político de los quisqueyanos de ultramar podría desencadenar en una reducción significativa en la cantidad de dinero enviado a sus familiares, lo que afectaría el desarrollo económico de la nación.
Importancia
La diáspora dominicana es una de las más grandes en la región del Caribe, con una población significativa residiendo en países como los Estados Unidos, España, y Puerto Rico. Las remesas enviadas desde el exterior sobrepasaron los 10 mil millones de dólares en 2023, representando más del 8% del PIB de la República Dominicana.
Estos envíos han sido esenciales no solo para el bienestar de las familias que dependen de ellas, sino también para mantener la estabilidad macroeconómica del país.
Las remesas ayudan a compensar el déficit comercial, fomentar el consumo interno y aliviar la pobreza. No obstante, existe una gran preocupación sobre la sostenibilidad de estos flujos financieros, especialmente si se considera la creciente desconexión política de la diáspora.
Un síntoma del distanciamiento político
En los últimos años, se ha observado un aumento en la abstención electoral en la diáspora dominicana. En las elecciones de 2020, solo el 40% de los dominicanos en el exterior participaron y en las pasadas presidenciales de este 2024, la abstención más que se duplicó, pues el promedio fue de un 82 % llegando al 84% en la circunscripción #1, la más numerosa de los dominicanos en el exterior.
Esta desidia electoral refleja un malestar latente y una desconexión entre los ciudadanos en el exterior con el gobierno y los partidos políticos dominicanos. Varios factores pueden explicar este fenómeno, entre ellos:
Desilusión con el sistema político: La corrupción y la falta de transparencia, han generado una desconfianza generalizada entre los dominicanos que viven en el exterior. Muchos sienten que sus votos no marcan una diferencia tangible en las políticas públicas y que las promesas electorales rara vez se traducen en beneficios para la diáspora.
Falta de representación efectiva: Aunque los dominicanos en el exterior tienen representantes en el Congreso Nacional, muchos sienten que su voz no está adecuadamente representada en las decisiones políticas.
Vínculo entre la participación política el envío de remesas
La falta de participación en las elecciones puede ser un indicador de una mayor desvinculación emocional y cívica de la diáspora con la República Dominicana. Aquellos que no participan en las decisiones políticas pueden sentir una desconexión más profunda con los asuntos del país, lo que eventualmente podría reducir su motivación para enviar dinero regularmente.
Esto es particularmente relevante en las segundas y terceras generaciones de dominicanos en el exterior, quienes, a medida que se asimilan a sus nuevos países de residencia, pierden el sentido de compromiso hacia su país de origen.
Consecuencias económicas
Una disminución en las remesas tendría graves consecuencias para la República Dominicana. En primer lugar, afectaría directamente a las familias que dependen de estos recursos para cubrir necesidades básicas como alimentación, educación y salud.
Además, impactaría negativamente en la economía a nivel macro, ya que las remesas representan una de las principales fuentes de divisas para el país, ayudando a equilibrar la balanza de pagos y mantener la estabilidad cambiaria.
Soluciones posibles
Para evitar un escenario en el que la desconexión política de la diáspora resulte en una disminución de las remesas, es necesario que tanto el gobierno dominicano como los partidos políticos trabajen en fortalecer los lazos con la comunidad en el exterior.
Algunas posibles soluciones incluyen:
Mejorar la accesibilidad del voto exterior: Facilitar la participación electoral de la diáspora mediante la implementación de sistemas de voto por correo o voto electrónico podría aumentar la participación de los dominicanos en el exterior.
Mayor representación política y gubernamental: Los partidos políticos y el gobierno de turno, deben generar espacios de participación real para la diáspora, con políticas que respondan a sus necesidades y expectativas.
Detener el envío de los Francis Drakes y Henry Morgan a los consulados y establecer consejos administrativo en los mismos para que el dinero generado por esos consulados sea administrado por ese cuerpo consultivo para que se inviertan, entre otras cosas, en la educación de los jóvenes estudiantes destacados en los colegios técnicos y universidades de los lugares donde estén localizadas las sedes consulares y que no se les de patentes a los corsos que llegan de Santo Domingo con el solo propósito de hacerse millonarios en el menor tiempo posible.
Que los cónsules sean verdaderos funcionarios del Servicio Exterior, encargados de representar y proteger los intereses de nuestra nación y de sus ciudadanos, a los cuales debe asignársele un sueldo como a cualquier burócrata.
Conclusión
La creciente abstención electoral de la diáspora dominicana no solo es un desafío político, sino que también tiene el potencial de desencadenar consecuencias económicas significativas para la República Dominicana. Si bien las remesas han sido una fuente vital de ingresos para muchas familias y para la estabilidad económica del país, el distanciamiento político de la diáspora podría disminuir estos flujos financieros en el futuro.
Es crucial que el Estado dominicano tome medidas proactivas para fortalecer los lazos con su diáspora, fomentando la participación política, no las botellas, manteniendo el sentido de pertenencia, para asegurar que las remesas continúen siendo un pilar esencial del desarrollo económico del país.
