Marino Ramírez Grullón
Traficar personas en cualquier parte del mundo es un buen negocio debido a que las grandes migraciones se dan de los países pobres a los más ricos originando grandes ganancias para los buitres que se dedican a tales cosas.
La extensa frontera entre los Estados Unidos y México es el mejor caso de los grandes negocios de los traficantes, por ahí pasan millones de personas al año, armas de fuego, drogas y todo lo que deje dinero a los traficantes indolentes que juegan y viven de las esperanzas de vida de los más empobrecidos.
Siendo Estados Unidos una nación quizás la más poderosa del mundo no ha podido frenar este delito transnacional que crece cada día más ya que los pobres siempre buscarán donde vivir en los territorios de países ricos.
República Dominicana no escapa a esta situación general de tráfico fronterizo en busca de progreso aunque sea a la mínima.
En la medida que Dominicana crece económicamente y que Haití empobrezca, seremos víctima de los carroñeros no importa que sean criollos estos son los peores traficantes de personas que tenemos ahora.
Enemigos de su propia nacionalidad no importan militares, funcionarios, civiles, haitianos o lo que sean son enemigos del futuro nacional dominicano.
Miles de ciudadanos haitianos legales e ilegales entregan diariamente al territorio nacional en busca de mejor vida que finalmente no consiguen porque los empleadores dominicanos oficiales y privados se aprovechan de sus necesidades para dejarlos seguir muriendo de hambre víctimas de un salario miserable.
Estos traficantes abusan de nuestra democracia, se enriquecen ellos y dejan al país dominicano en peligro de extinción porque con el tiempo las personas de origen haitiano que nacen y se crían aquí, al fin también son nacionales todo es cuestión de tiempo.
Ahí tenemos a Kosovo lugar de origen serbio pero invadido con los años por los albaneses que nacieron ahí se convirtieron en mayoría y con apoyo de la comunidad internacional reclamaron un territorio que ahora es una república independiente.
Aquí la democracia está permitiendo la invasión pacifica real de los haitianos que bajo la presión internacional con el pasar del tiempo reclamarán su espacio político.
Entonces habrá pasado mucho tiempo porque los carroñeros y traficantes de ahora no estarán para verlo pero sus hijos y otros descendientes si podrán lamentarse de lo que pasa ahora.
Ya en las escuelas los haitianos de origen tengan legalidad o no están teniendo problemas con los estudiantes dominicanos son los culturas diferentes no pegan para nada.
Eso se está permitiendo causando grandes problemas al financiamiento escolar de por sí mal manejado, las maternidades ni hablar, el sector laboral en todas su vertientes quita espacio a los dominicanos que de por si no quieren trabajar, solo motoconchar, vender drogas o jugar béisbol cosa de hacer ricos rápido.
En fin vamos por mal camino en cuanto a la conformación cultural de nuestra sociedad con un futuro incierto y lleno de precariedades que en base a un supuesto crecimiento económico nos está dejando lleno de problemas para un futuro que no se augura feliz.