Alberto Quezada
Definitivamente los múltiples acontecimientos sociales, políticos, económicos y culturales que cotidianamente transcurren en la República Dominicana hacen que uno dispense una precaria atención a hechos y procesos internacionales de primer orden.
Y no es para menos, este es un país muy especial en donde de cualquier declaración, información, entrevista o comentario, por insignificante que sea, de inmediato se arma un bochinche, se hace tendencia o se va viral como dicen ahora los cibernautas y esto nos absorbe.
Venezuela
Por ejemplo, en el ámbito geopolítico el mundo occidental anda patas arriba con la reciente situación política electoral de Venezuela, en donde distintos actores de la región de América han expresado un repudio mayoritario a las decisiones del Tribunal Nacional de Venezuela por declarar a Nicolás Maduro como ganador de las recientes elecciones celebradas de ese país suramericano. Sin embargo, los dominicanos andamos en formación de nuevo gabinete gubernamental y nombramientos.
Lo que está sucediendo en la república bolivariana de Venezuela es insólito, algo penoso, inconcebible, ese país está tocando fondo, la crisis se ha agudizado y en cualquier momento puede estallar y generarse una situación inmanejable.
Otro tema internacional de interés fundamental y que debiera estar copando la atención de todos, y en cambio le damos de lado, es el relativo a Europa del Este, entre Rusia y Ucrania, en donde sin exageración el mundo está a un tris de producir de manera literal lo que sería la tercera guerra mundial y la primera de este siglo XXI.
Mientras eso sucede en esa parte del mundo, aquí andamos en debates sobre reforma constitucional, código penal, reducción de diputados nacionales y extranjeros, así como si se quedarán fuera del gobierno actual o no los partidos que fueron aliados a Luis Abinader en las elecciones pasadas.
EE.UU
Otro proceso que se está moviendo en el tablero geopolítico mundial y que no se le está poniendo la debida atención aquí, lo cual no debiera ser por los vínculos de dependencias que tenemos con ese país, es el referente a las elecciones de los Estados Unidos entre demócratas y republicanos.
Esas elecciones deben ser seguidas por todos, y rogar a Dios que Kamala Harris siga repuntando para que le cierre el paso al señor Donald Trump. Dejen la pachanga y la chercha politiquera y pónganle atención a estos temas de nación por el amor de Dios.