Pasada la gran prueba del poderoso huracán Beryl, nos abocamos a iniciar la limpieza de desechos y escombros en calles y avenidas, junto al proceso de evaluación de daños para la recuperación.
Apelar al restablecimiento a la mayor brevedad de servicios básicos afectados como la electricidad con la salida de la importante planta AES Andres y algunos acueductos, se constituye en prioridad.
Pero también lo es proseguir con la toma de nota para evitar o atenuar falencias que dejó ver el fenómeno como la necesidad de suspender a tiempo el tránsito por avenidas vulnerables como el malecón de la George Washington y el de la España, en Santo Domingo Este.
A más de continuar con la amplia y compleja agenda que tiene el país tras el paso de Beryl, no es ocioso recordar, sin embargo, que la temporada ciclónica que tanto nos inquieta o perturba, apenas comienza.