Carlos Caselles
Madrid. La falsa idea de que las personas negras son inferiores a las blancas, que desde el Renacimiento alimenta un relato supremacista utilizado por Occidente para justificar el colonialismo, se somete desde este sábado a examen en la exposición ‘Un réquiem por la humanidad’.
La muestra, organizada por La Casa Encendida de Madrid, propone un recorrido por la discriminación a la que históricamente se han enfrentado las personas negras y que ha quedado reflejada en instrumentos jurídicos, obras de arte y otras formas de expresión.
Recortes de periódicos, canciones, ensayos, fotografías y otros productos audiovisuales conforman ‘Deshumanización’, la primera parte de la exhibición, que busca evidenciar “cómo el constructo del mundo antinegro conlleva a una espiral de violencia atemporal e incesante”.
“Este constructo reitera la deshumanización y la objetización de todo lo que está fuera del hombre blanco, burgués y occidental, y persiste en las sociedades del presente,” explica a EFE Tania Safura Adam, comisaria de la exposición.
“Fenómenos actuales como la migración o la brutalidad policial repiten las mismas dinámicas que la esclavitud,” indica Adam, que destaca la importancia de establecer una “genealogía de la opresión”.
Deshumanización ‘versus’ rehumanización
Al otro lado de un pasillo en el que constan más de cuarenta títulos de obras de autores negros que, a lo largo de los años, han tomado la palabra escrita como “una forma de poder y rehumanización” se sitúa la segunda parte de la muestra.
Bajo el título de ‘Rehumanización’, este espacio nos invita a reflexionar acerca de las mitologías, los futurismos y la ciencia ficción, todas ellas formas alternativas “de existir y de pensar la humanidad que nos permiten reapropiarnos de la historia”.
Piezas retrofuturistas como las de los congoleños ‘Kongo Astronauts’ o los londinenses ‘The Otolith Group’ se citan con clásicos como el texto ‘El Cometa’, del afroamericano W.E.B Du Bois, bajo la premisa de desarrollar una cronología alternativa bajo la idea de “ancestralidad”.
“No se trata de reproducir un tiempo pasado o presente, ni tampoco de predecir el futuro. Se trata de explorar un tiempo alternativo,” apunta la comisaria.
España y la “deshumanización de la negritud”
Adam, cuya labor de investigación se centra en las diásporas negras y sus movimientos y resistencias, ubica uno de los primeros intentos por “equiparar la esclavitud al sujeto negro” en Valladolid (España) en 1550-1551.
Por aquel entonces, la ciudad castellana asistía a una importante controversia en torno a la primacía de los españoles sobre la población y los territorios americanos recién descubiertos.
Juan Ginés de Sepúlveda, por un lado, creía que los españoles tenían derecho a utilizar la fuerza para evangelizar a los amerindios; Fray Bartolomé de las Casas, por el otro, rechazaba las acusaciones de bárbaros e incivilizados con las que los seguidores de Sepúlveda justificaban la violencia contra los indígenas.
Uno de los argumentos esgrimidos por de las Casas fue el de que los indígenas tenían alma, por lo que estaban protegidos por la ley natural: la misma que protegía a los españoles.
Esta interpretación, lamenta Adam, no se hizo extensible a las personas negras, que durante siglos fueron trasladadas forzosamente desde África hasta América y asumieron los trabajos más duros como mano de obra esclava.
‘Un réquiem por la humanidad’ podrá verse en las salas B y C de La Casa Encendida de Madrid hasta el próximo 15 de septiembre. EFE