Frankelvin Sánchez
La procuradora general de la República, Miriam Germán Brito, hace una reflexión sobre las demandas que los fiscales del Ministerio Público vienen reclamando.
La máxima autoridad del Consejo Superior del Ministerio Público, plantea algunas situaciones que se han dado en la institución persecutora de delitos con los cuales invita a los miembros de la entidad a reflexionar al respecto.
La procuradora aclara que su reflexión no es impositiva, sino que trata de buscar soluciones siempre respetando las leyes, normas, y reglas de la administración.
Explica que en los años previos a su gestión se ejecutó un ingreso acelerado de fiscales a la carrera, hoy fiscalizadores, que llegaron a alcanzar los 497, exceden y hasta duplican los juzgados de paz, y se desplazaron a todos los ámbitos de la institución.
“Hoy ellos reclaman ser ascendidos, todos, por el tiempo, porque desempeñan tales o cuales funciones, por sus méritos. Su reclamo, válido en términos personales, debe ser ponderado con otras realidades que honestamente no podemos dejar de ver”, expone Germán.
Indica que si bien en muchos lugares sus funciones responden a una necesidad real, en muchas otras es el resultado de las decisiones de sus titulares como lo atestiguan los reclamos de violación al principio de jerarquía que tienen dentro de la institución.
Dice que la Ley Orgánica del Ministerio Público plantea un diseño organizacional que no se está respetando y este irrespeto sustenta las inconformidades manifestadas por los fiscales.
Ante esta situación, la procuradora pregunta : ¿Qué hacemos? ¿Podemos pretender solucionar esas inconformidades con presupuesto y ascensos, sin reconocer que estamos actuando al margen de los principios que nos rigen? Esto puede resultar menos difícil, ¿pero es honesto?
Germán Brito reconoce que es necesario realizar ascensos porque hay lugares donde sólo hay fiscalizadores. Sin embargo, resaltó que hay otros lugares donde solo hay procuradores fiscales y su posición no es considerada para la asignación de las funciones de ella.
La procuradora general de la República plantea que en la posición de procuradores de corte de apelación, hay 280 fiscales y asignarles más funciones se dificulta.
“Esto coincide con las expectativas de procuradores fiscales que aspiran a ser ascendidos y cuyos méritos lo pueden justificar, pero quiero de nuevo apelar a su comprensión. ¿Podemos, con honestidad y transparencia, demandar recursos para producir ascensos a posiciones que no están vacantes?”, reflexiona