Pedro René Almonte M.
El avance de la degradación de los servicios públicos en la República Dominicana, pasó de ser un simple discurso de la oposición política, a una triste y calamitosa realidad que viven los dominicanos en la actualidad. Las quejas por el deterioro de dichos servicios son el pan nuestro de cada día y la calle no aguanta más gritos. La gente ya se manifiesta incómoda, porque su bienestar se ha visto diezmado en muy poco tiempo y a pasos de gigante.
En tal sentido, uno de los servicios públicos que su deterioro es más que evidente, es la energía eléctrica (la lú). La narrativa de las autoridades no convence a nadie, y el pueblo ya señala como culpable al presente gobierno. Por mucho tiempo se ha culpado de todos los malos que hay en la República a la Covid-19, posteriormente se ha querido tapar el sol con la sombrilla de la guerra de Ucrania, pero cuando nos comparamos con países de la región con un nivel de riqueza similar al nuestro, pues esas excusas quedan en entredicho.
De modo que, el grito en la calle y las redes sociales por los “apagones” ya no solamente se oye de la gente de a pie, si no que hasta el obispo de la diócesis de La Altagracia, monseñor Jesús Castro Marte, “tiró el grito al cielo” por los apagones en su provincia, pero los apagones son en todo el territorio nacional y sin tregua. Cito lo escrito por el prelado en Twitter: “Energía Eléctrica: Echando para atrás. Apagones van y apagones vienen.” También Castro Marte entrelazó el servicio de la energía eléctrica como un recurso en la lucha contra la delincuencia. Dijo: “El bienestar, la seguridad ciudadana y la estabilidad de una nación descansan en el uso adecuado de la energía eléctrica, si no prestan atención a esto, tendremos conflictos sociales”.
Por lo tanto, la pura y cruda realidad es que los dominicanos se están tragando los apagones sin saliva en la boca; que los pobres ya no aguantan más, que la clase media volvió a comprar inversores y baterías, y que los ricos ahora tienen que comprar combustible extra para sus plantas eléctricas. La papa caliente se la lanzan unos a otros funcionarios del gobierno, pero la realidad es que lo que se está viviendo con los apagones sólo es comparable con lo ocurrido hace exactamente 20 años cuando gobernaba Hipólito Mejía.
¿Y es que nos dejarán la República en cuatro…blocks?