Ramón Antonio Veras
I.- Noticia dolorosa y preocupante. El pueblo merece clara explicación
1.- Diferentes medios de comunicación han reseñado la preocupación causada en el país con motivo del fallecimiento en el Hospital Materno Infantil San Lorenzo de Los Mina, de 74 neonatos en lo que va de año, 34 de ellos solamente en el mes de febrero.
2.- Claro, tiene que causar perturbación violenta en la sociedad la muerte de tantos recién nacidos en un tiempo sumamente corto. Los ánimos del más insensible se convulsionan ante semejante noticia.
3.- Lo ocurrido en la Maternidad de Los Mina, es para generar alta impresión hasta en la gente más calmada, porque no estamos hablando de un bebé muerto en un mes, sino de 34 en el mes de febrero, y 72 en 3 meses. Esta información estremece la conciencia de cualquier ser humano de formación sosegada.
4.- Como si la fiebre está en la sábana y no en el paciente, ahora resulta que el gobierno central, por medio del Servicio Nacional de Salud, decide cancelar al director del Hospital Materno Infantil San Lorenzo de Los Mina y a la Encargada de la Unidad Neonatal.
5.- Las autoridades deben decirle con claridad a la población dominicana, que la muerte de los recién nacidos no fue por un asunto personal. El organismo sanitario dominicano responde a la esencia misma del ordenamiento social bajo el cual está organizada la sociedad.
6.- No seríamos otra cosa que una comunidad de estúpidos, si aceptamos que los que estaban al frente de la Maternidad de Los Mina, son los responsables del deceso de los neonatos.
7.- Si creemos que los cancelados son los causantes de los fallecimientos de los bebes, entonces tenemos que reconocer que basta con cancelar al director de la Policía Nacional, para arreglar ese órgano policial; cerrar los prostíbulos para acabar con la prostitución; condenar a un millón de corruptos para eliminar la corrupción; abrir mil empresas para terminar con el desempleo, y que con la construcción del muro en la frontera con Haití, quedaría concluido el fenómeno de la inmigración haitiana.
8.- De igual manera, fuéramos sumamente ingenuos si creemos que las muertes de los recién nacidos fue por culpa de las personas que estaban al frente del Hospital Materno Infantil San Lorenzo de Los Mina, y estaríamos en la obligación de admitir que hay que cerrar en todo el país los distintos centros especializados de tratamiento de las mujeres embarazadas y los niños, tomando en consideración los datos aportados por el Servicio Nacional de Salud[i].
II.- La muerte aquí de recién nacidos, no es fruto de la casualidad
9.- Los números relacionados con la mortalidad infantil en el país y en particular de los neonatos, revelan que su muerte no ocurre por tiempo o en períodos determinados. No es nada repentino, ni por casualidad.
10.- En otros países, con igual modelo económico como el que le han impuesto a las dominicanas y a los dominicanos, por estar dominado por la desigualdad, también es sumamente alto el número de muertes de recién nacidos.
11.- La situación de las madres dominicanas durante el embarazo y luego de parir, es de total incertidumbre. La dubitación, la perplejidad las mantiene en continua incerteza para llegar a ver vivo el fruto de sus entrañas.
12.- Para una mujer resulta lacerante ver morir de manera prematura a su criatura, luego de permanecer determinado tiempo esperando su llegada. De seguro que esa madre va a estar dominada por la más profunda tristeza, porque la mamá que pierde un hijo vive en estado luctuoso.
13.- Los fallecidos en la Maternidad de Los Mina, son muertos sistémicos. Si la salud pública en el país estuviera bajo otro orden social, no pierden la vida continuamente tantos niños en limitado tiempo.
14.- Las muertes de los recién nacidos en el Hospital Materno Infantil San Lorenzo de Los Mina, no pueden quedar solo en periódicos, lamentos y sustituciones de funcionarios. El pueblo merece conocer la completa infuncionalidad del sistema de salud en la República Dominicana.
III.- El fallecimiento de esos nenes dominicanos, tiene un contenido social
15.- La degradación que afecta al pueblo dominicano no es cuestión de rezos y lamentos. Los males de naturaleza social se convierten en verdaderos azotes para los que constituyen la mayoría de la población, pero no tienen el control del Estado, carecen de poder de decisión.
16.- No es que las dominicanas y los dominicanos en situación de pobreza tienen encima una maldición que les persigue desde que salen del vientre de su progenitora. La causa no hay que buscarla en cuestión divina, sino en lo social.
17.- De alguna forma hay que hacerle comprender al pueblo dominicano pobre, a ese que no tiene garantía de existencia con dignidad, que su vida es amarga porque está viviendo bajo un sistema que está podrido, que segrega pus por todas partes, y es negador de la felicidad de los niños, de las niñas, de los adolescentes, de los adultos y de la humanidad entera.
18.- En este escrito nos hemos referido al impacto causado por la muerte de 34 niños en el mes de febrero, y 72 en 3 meses. Pero la negación de la vida no se limita a los neonatos, sino que también se extiende a los de más edad.
19.- Una información proveniente desde la ciudad de Santiago de los Caballeros, nos permite saber que “Acción Callejera ha logrado impactar en 20 mil niños en condición de calle, sin ningún acompañante y en menores con padres vivos que mendigan o son explotados en labores de adultos”[ii].
20.- La misma noticia dice, recogiendo las declaraciones de la directora de proyectos de Acción Callejera, que: “Cuando hablamos de niños en situación de calle, es que están desvinculados totalmente de sus familiares, ya sean dominicanos o migrantes. Es cuando el niño no va nunca a su casa. El niño trabajador o vinculado al trabajo infantil, aunque también está en la calle, ese menor regresa a una casa. Estos niños están fuera del sistema educativo”[iii].
Ideas finales
21.- La ocasión es oportuna para que la Unicef dé a conocer la situación de la mortalidad infantil en América Latina y el Caribe, incluyendo a Cuba, tomando en cuenta que ese país tiene un modelo económico diferente al de la generalidad de los países de la región.
22.- Una información aportada por la Unicef, con respecto a la mortalidad de los recién nacidos latinoamericanos y caribeños, permitiría establecer la comparación de lo que es la salud pública desastrosa para el pueblo, así como de la que disfruta la minoría nacional. Por coincidencia, hace algún tiempo recibimos la información de que Cuba registró una tasa de mortalidad infantil de 7.5 por mil nacidos vivos, con 39 fallecidos menos que en el 2021, cuando se reportó una tasa de 7.6.
[i] El Caribe, miércoles 19 de abril de 2023, página 8
[ii] El Caribe, miércoles 19 de abril de 2023, página 34
[iii] Idem